Francisco y Camino, protagonistas de la Semana Santa madrileña gracias a su trabajo con las imágenes que procesionan
Estos dos devotos se encargan de que dos de las vírgenes que procesionan en la Semana Santa de Madrid luzcan espléndidas ante sus fieles por las calles de la capital

Madrid - Publicado el
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No está siendo una Semana Santa más para Francisco... María Santísima Inmaculada Madre de la Iglesia, titular de una de las hermandades más queridas por los madrileños, la de los Estudiantes, cumple 25 años desde su primera salida procesional.
Y es que esta figura mariana, realizada por Juan Manuel Miñarro, uno de los escultores más reconocidos de nuestro país, no es solo una imagen más para Francisco.
A él todos le conocen como "Paquili" , un prestigioso bordador sevillano que ha pasado su vida entre retales de tela e hilos de oro en su taller de Sevilla. Francisco es el vestidor de la Virgen, una función para la que, según él mismo confiesa, estaba predestinado...
Su buen hacer vistiendo a otras imágenes de la capital hispalense le trajeron a Madrid, ciudad a la que le unen unos lazos especiales de hermandad... Vestir a María Santísima Inmaculada Madre de la Iglesia, es todo un regalo para él y a la vez un reto, nos dice... hay que prepararla para que esté espléndida y maravillosa a los ojos de sus fieles, sin olvidar que es una imagen de culto, sobria y clásica. Un proceso que le permite estar con la Madre de Dios, casi en la intimidad, durante esas horas previas a su salida por las calles de la capital cada Domingo de Ramos.
“Son momentos muy especiales, son momentos de encuentro que me permiten dialogar con la Virgen”
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Sus manos privilegiadas, con la ayuda de las camareras de la cofradía, son las encargadas de culminar el trabajo que comenzó el imaginero en su taller... Sus manos colocan el manto, la saya, la mantilla, los encajes y las enaguas y también las joyas... Se prepara durante meses para estar a la altura. Porque a través de esta imagen, el fiel y la Virgen se comunican, se transmiten los sentimientos, la fe... Y eso para Francisco, es una gran responsabilidad y a la vez un gran orgullo:
“Es un orgullo que tu sirvas para que la imagen presente toda la belleza y toda la dignidad de la Madre de Dios”
Hablamos de un arte, el de vestir a las imágenes de la Virgen María, que a lo largo de los años ha ido pasando del anonimato hasta adquirir el papel relevante que tiene, actualmente, para las hermandades, con el objetivo de exaltar la figura mariana y atraer a los fieles... Una tarea que en la mayoría de las ocasiones ha sido realizada por los hombres, de los que ya se tiene constancia en el siglo XVI, pero en la que cada vez hay más presencia femenina...
Camino Fernández está dando sus primeros pasos en esta labor tan gratificante... , lo que hace que esté viviendo, al igual que Francisco, una Semana Santa muy especial... Y es que tras más de 30 años en la Real Cofradía de Esclavos de María Santísima de los 7 Dolores, muy ligada tradicionalmente a la familia de su marido, participa, por primera vez, junto a Sara, del privilegio de poder ayudar a vestir a esta Virgen por la que siente una devoción sin límites... Ser “camarera”, nos cuenta, es la tarea más bonita de todas las que se pueden realizar dentro de la cofradía:
“Porque estás cerca de la Virgen y nuestro trabajo consiste en tenerla bien y que la vea bonita todo el mundo”
También muy emocionante, de hecho, le es muy difícil quitarse estos días el nudo en la garganta... porque Camino tiene la labor de cuidar hasta el más mínimo detalle, para que esta imagen dolorosa, la más castellana de todas las que salen por las calles de la capital, esté preparada para procesionar cada Viernes Santo y brinde a los fieles uno de los momentos más conmovedores de la Semana Santa madrileña: el encuentro con el Cristo de los Alabarderos en la Plaza de la Villa...
“El momento de verla salir es muy emocionante y el encuentro en la plaza de la Villa... yo me emociono solo de pensarlo”.