El huevo se encarece y nos llega al bolsillo: subida sin freno en España, con Cataluña muy golpeada
Comprar una docena de huevos ya no es tan asequible: en España los precios se han disparado y en Cataluña la cuesta se hace aún más empinada. La mezcla de mayor demanda, costes de producción en alza y la sombra de la gripe aviar con sus confinamientos de aves amenaza con nuevos saltos en el precio.

Según los últimos análisis de organizaciones de consumo, el precio de los huevos ha ido escalando sin pausa, con subidas que ya rozan cifras históricas.
Barcelona - Publicado el
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En los últimos meses el huevo se ha convertido en un termómetro perfecto de cómo evoluciona la cesta de la compra en España. Según los últimos análisis de organizaciones de consumo, el precio de los huevos ha ido escalando sin pausa, con subidas que ya rozan cifras históricas. Su popularidad como fuente barata de proteína juega en contra: cuanto más se consumen, más presión hay sobre el mercado. A esto se suma que producir huevos nunca había sido tan caro. Las granjas arrastran facturas más elevadas en piensos, energía y transporte, lo que hace que muchos productores se vean obligados a trasladar una parte de ese coste al consumidor final.

La clásica docena de huevos medianos, que antes se mantenía alrededor de los dos euros, ahora se encuentra fácilmente por encima de los 2,60
En los supermercados esta tendencia se traduce en un aumento visible. La clásica docena de huevos medianos, que antes se mantenía alrededor de los dos euros, ahora se encuentra fácilmente por encima de los 2,60. Y no parece que el ritmo vaya a frenar a corto plazo, porque cada eslabón de la cadena alimentaria está notando las tensiones económicas. Pese a ser un alimento básico, el huevo se ha vuelto un lujo silencioso: un producto que sigue ocupando un lugar fijo en la nevera, pero que mes a mes obliga a mirar dos veces la etiqueta del precio.
Cataluña paga aún más: donde duele, duele el doble
Si en España la subida se nota, en Cataluña se siente con más intensidad. Las cifras muestran que aquí la escalada ha sido aún más acusada. Los huevos más económicos, esos que muchos hogares compran para estirar el presupuesto semanal, han pasado de poco más de dos euros la docena a más de tres en apenas unos meses. Y no se trata de un caso aislado en un par de supermercados: es una tendencia generalizada que afecta tanto a grandes cadenas como a tiendas de proximidad.
En el mercado de origen ocurre lo mismo. Las cotizaciones de los huevos producidos en Cataluña están en niveles que hace unos años habrían parecido exagerados. Esto afecta directamente a las familias que, con salarios que no suben al mismo ritmo, notan cómo cada visita a la compra se hace más cuesta arriba.

Las autoridades ya han avisado de que los brotes detectados este año pueden generar impactos en el mercado del huevo.
La sombra de la gripe aviar: ese “¿y si…?” que mantiene al sector en vilo
El panorama se complica porque sobre la industria avícola vuelve a sobrevolar la amenaza de la gripe aviar. En cuanto aparece un brote, las medidas sanitarias son inmediatas: confinamiento de aves, revisión de explotaciones, restricciones de movimiento. Todo esto significa menos producción, menos oferta y, casi siempre, más tensiones sobre el precio.
Las autoridades ya han avisado de que los brotes detectados este año pueden generar impactos en el mercado del huevo. Aun sin querer anticiparse al peor escenario, el sector admite que es difícil mantener precios estables cuando la incertidumbre manda. Cada vez que se activa un protocolo de seguridad, parte de las granjas quedan temporalmente fuera de juego, y eso termina afectando a lo que pagamos en la caja del supermercado.
Con un mercado tan frágil, cualquier chispa tiene consecuencias. Si los brotes se amplían, si las restricciones se endurecen o si algún país europeo —clave en el intercambio de huevos y gallinas reproductoras— sufre impactos fuertes, el precio en España podría volver a subir sin que el consumidor tenga capacidad de reacción.
Un producto básico que ya no lo parece
El huevo, históricamente visto como un alimento sencillo, barato y siempre disponible, se enfrenta a un momento extraño. Los hogares lo siguen necesitando, los productores luchan por sostener los costes y el mercado está al borde de una nueva sacudida si la gripe aviar decide complicar aún más el año.
La pregunta no es si el precio volverá a subir, sino cuánto tardará en hacerlo si la situación sanitaria empeora. Por ahora, la realidad es clara: el huevo se ha convertido en otro reflejo de la tensión económica que atraviesa España y, muy especialmente, Cataluña.



