Revisión obligatoria de la calidad del aire en los puestos de trabajo, la ley que “nadie cumple”
Las empresas especializadas en el Síndrome del Edificio Enfermo denuncian que no se hace bastante para hacer cumplir la norma, que afecta a los espacios con climatización de más de 70 Kw

Las consecuencias de trabajar en un edificio enfermo pueden ser múltiples
Barcelona - Publicado el
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Escuelas, oficinas, cines, tiendas, fábricas, hospitales, residencias… todos los espacios que tienen sistemas de climatización de más de 70 Kw están obligados a hacer revisiones anuales de calidad ambiental y de la red de conductas. No es una cuestión voluntaria, lo dice el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) y la única excepción son los espacios pensados para acoger solo máquinas, no personas. El caso, es que la Asociación Catalana de Empresas Especialistas en Síndrome del Edificio Enfermo (ACESEM) asegura que de manera mayoritaria no se hacen. Y no se hacen, dicen, porque poca gente sabe que las revisiones de la calidad del aire interior son obligatorias pero también porque, a su parecer, las administraciones no hacen bastante porque se hagan. De hecho, desde ACESEM, las acusa de hacer la vista gorda hasta que pasa algo: “Si tú no las haces quizás no te vayan a decir nada, pero si hay un problema alrededor tuyo y vienen, te pedirán todo el histórico y entonces aquí las multas ya son grandes”.
¿Qué dice la Generalitat?
El Departamento de Empresa y Trabajo confirma que estas revisiones son obligatorias. Ahora bien, matizan que es el titular de la instalación quien se tiene que encargar. Las tiene que efectuar un instalador autorizado y, una vez hechas, se tienen que guardar los certificados.
¿ QUIÉN LOS PEDIRÁ?
La misma norma establece que cada 15 años se tiene que hacer una inspección completa de la instalación térmica. Y es en este punto cuando se tienen que pedir los certificados de las revisiones anuales que se ha hecho. Una vez más, desde el ACESEM son tajantes: “Tampoco se piden”.
Según el mismo Departamento de Empresa y Trabajo, los organismos de control hicieron en 2024 un total de 406 inspecciones térmicas completas en Cataluña. El año 2023 fueron 470, y en 2022, 338.
¿Cuál es la norma?
La norma que regula todo esto es el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE), que establece las obligaciones de inspección y mantenimiento de las instalaciones en los artículos 25 y 27. Concretamente, la Instrucción Técnica IT 3 del RITE específica a los puntos 37 y 38 de la tabla 3.3 las operaciones de mantenimiento preventivo de las instalaciones y su periodicidad:
37. Revisión de la red de conductas según criterio de la norma UNE 100012: t. (una vez por temporada/año)
38. Revisión de la calidad ambiental según criterios de la norma UNE 171330: t. (una vez por temporada/año)
Estas revisiones las tiene que efectuar un instalador autorizado en RITE.
“La inmensa mayoría de instalaciones no están bien”
A la hora de hacer la revisión, lo primero que hacen las empresas acreditadas es revisar las máquinas de climatización, que normalmente están en la azotea. Miran que no haya óxido, hongos o que los filtros estén bien. También revisan el conducto de aire. Y después, miden contaminantes específicos de temperatura, humedad y CO₂ o compuestos orgánicos volátiles. Toman muestras y las analizan en un laboratorio.
El resultado de las revisiones, en su inmensa mayoría de instalaciones no están bien, es una realidad. Explican que algunas se solucionan con “pequeños cambios“, y ponen unos ejemplos: “Como medidas correctoras normalmente hacemos ventilación. También podemos cambiar filtros o, si tú tienes una oficina con mucha alfombra, quizás hay que sacar la alfombra”. Explica que, a veces, es tan fácil como no pintar cada año.
Sistemas de climatización y síndrome del edificio enfermo

Revisión de calidad del aire
Más allá de la normativa el Colegio de Ingenieros Industriales de Cataluña recomienda hacer este tipo de controles para evitar que el espacio en cuestión acabe perjudicando la salud de quienes se están. Recuerdan que un edificio enfermo es aquel en que más de un 20% de las personas enferman por alguna causa relacionada con las condiciones del lugar. E insisten que, a menudo, esto se puede evitar si se garantiza una buena calidad del aire interior.
La presidenta del grupo de trabajo de Entorno Edificado y Salud de la entidad, recuerda que, en el aire, puede haber contaminantes químicos como formaldehído, biológicos como por ejemplo virus o bacterias), o incluso excesos de CO₂. Por otro lado también hay que sumar los campos electromagnéticos que afectan otras maneras. “Si te encuentras mal en el trabajo y sales y te encuentras bien, pues puedes hacer este vínculo pero no es tan fácil porque no todo el mundo sabe que existe, quizás en tu compañero o compañera no le pasa”, lamenta la presidenta.
La cantidad de contaminantes también depende mucho del tipo de edificio del que se trate: “Al final depende del uso que se se lo dé. Un restaurante seguramente estará mes contaminado que unas oficinas.”



