Las quemaduras en verano: tipos más comunes y cómo tratarlas correctamente
Con la llegada del buen tiempo, aumenta el riesgo de quemaduras solares y domésticas. Conocer sus tipos y remedios adecuados puede evitar complicaciones graves.

Las quemaduras en verano: tipos más comunes y cómo tratarlas correctamente
Barcelona - Publicado el
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Con las altas temperaturas propias de los meses de verano y el aumento de la exposición solar, las quemaduras se convierten en uno de los accidentes más frecuentes. Tanto si se trata de una jornada en la playa, una barbacoa entre amigos o simplemente de una excursión, el peligro de quemarse es mayor de lo que a menudo se cree. Por eso, es esencial conocer los diferentes tipos de quemaduras y cómo actuar delante de cada uno de ellos.
Tipo de quemaduras más habituales
1. Quemaduras solares:
Son las más comunes en verano. Se producen por una exposición prolongada al sol sin protección adecuada. Este tipo de quemaduras suelen afectar sólo a la capa más externa de la piel y se manifiestan con enrojecimiento, sensibilidad, y en algunos casos, descamación. Aunque aparentemente sean leves, pueden provocar profundos daños si se repiten de forma habitual.
2. Quemaduras por contacto:
Estas quemaduras se producen por tocar superficies muy calientes, como el metal de un coche al sol, piedras calientes o incluso utensilios de cocina. También son habituales durante actividades como encender fuego o utilizar barbacoas.
3. Quemaduras por líquidos calientes:
Pese a ser más habituales en el hogar, también pueden ocurrir en salidas de camping o durante actividades al aire libre. El aceite caliente o el agua hirviendo pueden provocar lesiones graves si entran en contacto directo con la piel.
Clasificación según la gravedad
Las quemaduras se clasifican en tres grados, dependiendo de la profundidad del daño en la piel:
- Quemaduras de primer grado: Afectan sólo a la epidermis. La piel se ve roja, seca y dolorosa, pero no hay ampollas.
- Quemaduras de segundo grado: Afectan a la epidermis y parte de la dermis. Provocan ampollas, inflamación, enrojecimiento y mucho dolor.
- Quemaduras de tercer grado: Afectan a todas las capas de la piel y pueden llegar hasta el tejido subcutáneo. La zona puede aparecer blanca, carbonizada o sin dolor aparente por daño en las terminaciones nerviosas. Éstas requieren atención médica urgente.
Cómo actuar ante una quemadura
1. Enfriar la zona:
El primer paso en cualquier quemadura es enfriar la piel con agua tibia o fría durante unos 10 a 15 minutos. Nunca debe aplicarse hielo directamente, ya que puede empeorar la lesión.
2. Evitar reventar las ampollas:
Las ampollas sirven para proteger la piel nueva que se forma. Reventarlas puede favorecer infecciones.
3. Aplicar una crema hidratante o específica por quemaduras:
Después de limpiar la zona, se puede aplicar una crema regeneradora con aloe vera o pansamientos especiales. En casos leves, una loción calmante puede ayudar a aliviar el dolor y la irritación.
4. Proteger la zona del sol:
Incluso días después de la quemadura, la piel estará muy sensible. Debe evitarse exponerla directamente al sol y, si es inevitable, protegerla con ropa o cremas con alto factor de protección.
Cuando es necesario buscar ayuda médica
Si la quemadura cubre gran parte del cuerpo, si es de segundo o tercer grado, o si afecta a zonas delicadas como la cara, manos o ingles, acudir inmediatamente a un centro médico. También si la persona afectada presenta fiebre, escalofríos o signos de infección como pus o mal olor.
Prevenir antes que curar
La mejor forma de evitar las quemaduras es la prevención. Utilizar protección solar, llevar ropa adecuada, cuidar de cocinar o manipular objetos calientes y mantenerse hidratado son medidas sencillas pero efectivas. Con conocimiento y precaución, pueden disfrutarse los meses de verano con seguridad y sin riesgos innecesarios.
Recuerda: una quemadura puede parecer insignificante en el momento, pero si no se trata correctamente, puede dejar secuelas a largo plazo.



