Mochilas escolares: ¿cuánto peso pueden cargar los niños sin poner en riesgo su salud?

Cada septiembre, con el regreso a las aulas, vemos a niños y niñas caminando hacia el colegio con mochilas que parecen más grandes que ellos. Una imagen que esconde un problema que preocupa cada vez más a pediatras, fisioterapeutas y familias: el exceso de peso que cargan los escolares en sus mochilas.¿Cuánto es demasiado?

Los expertos lo tienen claro: una mochila no debería superar el 10% del peso corporal del niño. Es decir, si un niño pesa 30 kg, su mochila no debería pesar más de 3 kg.

Sin embargo, la realidad es otra. Según una encuesta de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (CEAPA), más del 80% de los escolares lleva mochilas con un peso excesivo

¿CUÁLES SON LAS CONSECUENCIAS?

Cargar más peso del recomendado puede provocar dolores de espalda, cuello y hombros, fatiga muscular, alteraciones en la postura y problemas más serios como escoliosis o hiperlordiosis.

Además, los estudios constatan que el dolor de espalda en la infancia puede convertirse en crónico en la edad adulta.

Los especialistas recomiendan algunos consejos prácticos: 

• Revisar el contenido de la mochila cada día: llevar solo lo necesario.
• Distribuir bien el peso: los objetos más pesados deben ir cerca de la espalda y en la parte inferior.
• Usar ambos tirantes: nada de llevar la mochila colgada de un solo hombro.
• Ajustar bien las correas: que la mochila quede pegada a la espalda, no colgando.
• Limitar el tiempo de carga: si el trayecto al cole es largo, hacer pausas o buscar alternativas.
• Fomentar el movimiento y la actividad física: el sedentarismo agrava los problemas de espalda

También se recomienda elegir mochilas con correas anchas y acolchadas, respaldo mullido y compartimentos internos para distribuir mejor la carga 

las mochilas con ruedas, una alternativa

Las mochilas con ruedas pueden ser una muy buena opción para evitar que los niños carguen peso directamente sobre la espalda, siempre que se usen bien. Al arrastrarlas, el peso se traslada al suelo, lo que reduce la presión sobre la columna, los hombros y los músculos de la espalda. Esto puede prevenir dolores y problemas posturales, sobre todo en niños que deben llevar muchos libros o materiales a diario.

Ahora bien, no todo es perfecto. Para que realmente sean beneficiosas, es importante que el niño no tenga que subir muchas escaleras (por ejemplo, si el colegio no tiene ascensor), y que la mochila tenga un asa ajustable a su altura para que no tenga que inclinarse al tirar de ella. 

Las mochilas con ruedas son una buena alternativa, especialmente para trayectos largos o mochilas muy pesadas. Pero como todo, hay que usarlas con sentido común y adaptarlas a las necesidades del niño y al entorno escolar.