¿Has usado alguna vez la expresión "bicho malo nunca muere"?: Este es su origen
Su uso se documenta desde hace siglos, figurando incluso en el "Diccionario castellano con las voces de ciencias y artes" de Esteban Terreros (1786)

¿Has usado alguna vez la expresión "bicho malo nunca muere"?: Este es su origen
Barcelona - Publicado el
3 min lectura
El autor de la saga de libros sobre curiosidades "Ya está el listo que todo lo sabe", etimológicos de las palabras, Alfred López, nos hace algo más sabios al dar respuesta a las preguntas sobre enigmas u orígenes que utilizamos.
Todos los libros de Alfred López los puedes encontrar a través de Amazon, pero también puedes adquirirlos comprándoselos directamente al propio autor y recibirlos cómodamente en casa a través de un correo certificado y con una dedicatoria personalizada.
También puedes preguntarle directamente lo que quieras saber en su perfil de TikTok @curiosisimo

Su variante más común, "Mala hierba nunca muere" (o "yerba mala nunca muere")
¿De dónde surge la expresión 'Bicho malo nunca muere'?
La expresión "Bicho malo nunca muere" se emplea para señalar la persistencia del mal, aplicándose tanto a personas como a elementos de la naturaleza.
Su variante más común, "Mala hierba nunca muere" (o "yerba mala nunca muere"), refuerza esta idea al referirse a plantas invasivas que sobreviven y crecen sin control.
Se desconoce el origen exacto de la locución, pero su uso se documenta desde hace siglos, figurando incluso en el "Diccionario castellano con las voces de ciencias y artes" de Esteban Terreros (1786).
Se cree que surgió en ambientes rurales, donde se usaba para describir las plagas agrícolas y las malas hierbas, difíciles de erradicar.
Con el tiempo, adquirió un tono más coloquial y desenfadado, utilizándose también para animar a alguien que ha sufrido un percance o enfermedad, sugiriendo que resistirá porque, como dice el refrán, "lo malo siempre sobrevive".

Hay términos con orígenes comunes pero con significado totalmente distinto. Como barretina
¿Qué tienen en común los términos ‘Esbirro’, ‘birrete’ y ‘barretina’?
Los términos "esbirro", "birrete" y "barretina" comparten un origen etimológico común en el latín tardío birrus, que hacía referencia a una capa corta con capucha, de color encarnado, utilizada en los últimos años del Imperio romano y la Alta Edad Media, especialmente por agentes de autoridad de rango menor.
De esta raíz, el italiano derivó sbirro, que designaba a los guardias encargados de ejecutar órdenes, muchas veces con violencia, lo que dio lugar en español a "esbirro", sinónimo de alguacil, secuaz o sicario.
Por otro lado, la vinculación con el uso en la cabeza llevó al occitano birret, del que surgieron "birrete", "barrete" y "barreta", significando distintos tipos de gorros. En catalán, evolucionó a barret (sombrero) y barretina, el tradicional gorro rojo y negro.

Franela deriva del galés "gwlanen", que significa "paño de lana".
¿Cuál es el origen del término 'franela'?
El término "franela" proviene del francés "flanelle", que a su vez fue tomado del inglés "flannel", derivado del galés "gwlanen", que significa "paño de lana".
Su uso como tejido se documenta desde el siglo XVI en Gales, donde se conocía como "Welsh cotton" (algodón galés), aunque en realidad era un tejido de lana.
En español, la palabra apareció por primera vez en 1787 en el "Diccionario castellano con las voces de ciencias y artes" de Esteban Terreros y Pando, en la forma "flanela".
Cuatro años después, en 1791, el "Diccionario de Autoridades" de la RAE ya registraba la forma actual "franela".
El cambio de "flanela" a "franela" pudo deberse a un fenómeno fonético conocido como rotacismo, que facilitó su pronunciación. Tradicionalmente, este tejido ha sido apreciado por su capacidad para conservar el calor, utilizándose en prendas de abrigo y sábanas, especialmente en climas fríos.