Lorena, taxista: "Los padres del colegio se extrañan con mi trabajo, pero, ¿quién me va a pagar lo que cobro aquí con las horas que hago? Nadie"
Lorena, una taxista de Barcelona, defiende su profesión en redes sociales frente a la extrañeza de otros y reivindica las condiciones que le ofrece el sector

Lorena, taxista, en el vídeo
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Lorena, una taxista de Barcelona, ha compartido una reflexión en un vídeo de su cuenta de TikTok que ha generado debate: la extrañeza que su profesión provoca en los demás. "¿Por qué la gente se extraña cuando digo que soy taxista?", se pregunta al inicio de la grabación. Una cuestión que, según expone, le surge con frecuencia en su día a día, especialmente con gente que acaba de conocer, como padres de otros niños del colegio, del fútbol o de las clases de inglés de sus hijos.
Soy taxista y orgullosa
Frente a esa sorpresa, ella se reafirma con contundencia: "Soy taxista y orgullosa". Aunque admite que no es el trabajo de sus sueños, Lorena defiende su empleo como una opción laboral válida y, en su caso, conveniente. La taxista pone en valor las condiciones económicas que le ofrece su puesto, una realidad que a menudo se debate en el sector, donde se necesita facturar un mínimo para que la actividad sea rentable.
Quién me va a pagar lo que cobro aquí con las horas que hago? Nadie"
Taxista de Barcelona
De hecho, lanza una pregunta retórica que resume el motivo principal por el que sigue al volante del característico taxi negro y amarillo de la Ciudad Condal: "¿quién me va a pagar lo que cobro aquí con las horas que hago? Nadie". Esta es la razón por la que, concluye, "aquí estoy y contenta".

Taxi negro y amarillo en el centro de Barcelona, Cataluña, España
El estrés de la gran ciudad
La conductora no oculta los aspectos más duros de su jornada. "Lo único que estás todo el día conduciendo, un poco estresante por el estrés del tráfico de toda la gente que hay en Barcelona, de si te meten en algunas calles de estas horrorosas", explica. Sin embargo, normaliza esta tensión al compararla con la de cualquier otro empleo: "¿en qué trabajo no hay momentos de estrés? En todos", asegura.
Pese a estos momentos de tensión, la experiencia al volante también deja anécdotas positivas, como relata la propia Lorena en otras ocasiones al hablar de la generosidad de algunos clientes. Al final, para ella, ser taxista es un trabajo con "sus cosas buenas y sus cosas malas", como todos los demás, pero que le permite mantener una estabilidad que valora por encima de las dificultades.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.



