La receta de la permanencia del Girona

Dicen que la experiencia es un grado y en el mundo del fútbol la experiencia no lo es todo pero ayuda mucho. En la corta historia del Girona FC en el fútbol profesional encontramos capítulos muy diferentes: dos ascensos a Primera, un descenso a Segunda y la maldición de los playoffs de ascenso a la élite del fútbol español con 5 intentos fallados.

El presente lleva al conjunto blanquirrojo a tener que asegurar la permanencia en Primera División en las 8 últimas jornadas de liga. Es imposible que el fantasma de la campaña 2018-2019 no sobrevuele Montilivi ahora mismo. Aquella temporada el Girona perdió la categoría y ahora vive una situación muy parecida: mala dinámica y falta de resultados.

En Lárnaca, una ciudad portuaria al sur de Chipre, localizamos para ‘Esports COPE’ a Pere Pons (Sant Martí Vell, Girona, 1993). Su nombre forma parte de la historia del Girona. Canterano, el año 2017 formó parte del equipo del conjunto gerundense que ascendió a Primera. Pons ha defendido la camiseta del Girona en más de 200 partidos. Ahora, con 32 años, juega en el AEK Lárnaca donde sigue dominando el centro del campo.

Pere Pons sabe lo que es tocar el cielo con el Girona pero también sufrir la caída a los infiernos. La temporada 2018-2019 el conjunto catalán descendió tras perder 9 de los últimos 10 partidos de liga. Acabó antepenúltimo con 37 puntos a 4 de la permanencia; acompañó al Huesca y al Rayo Vallecano en su regreso a Segunda División.

Eusebio Sacristán fue el entrenador de aquél equipo en el que jugaba Pere Pons. La temporada del descenso el Girona ganó en el Santiago Bernabéu, 1-2 el domingo 17 de febrero de 2019. Después sufrió una caída en picado. En esas 10 últimas jornadas de liga, entre la 29 y la 38, el Girona sólo pudo ganar al Sevilla (1-0).

Pere Pons fue titular en todas y cada una de aquellas 10 jornadas que condenaron al descenso al Girona. Era una pieza indiscutible del equipo, amo y señor del centro del campo y fue el tercer jugador con más minutos disputados aquella temporada.

“El Girona tiene que volver a ser sólido, intentar encajar el mínimo de goles posible y pensar que cada punto es oro. Qué no intenten cambiar el estilo y que todo el mundo esté unido, que saquen el orgullo se sacrificarse y luchar por el compañero. No dudo que lo conseguirán”