El banquillo del Nástic también devora a Luis César

Vivir en la cuerda floja en el banquillo del Nàstic de Tarragona es algo que no dura mucho tiempo. Cuando un técnico entra en la zozobra en el Nou Estadi la cuenta atrás hasta la destitución se hace corta. La etapa (la tercera) de Luis César Sampedro en el banquillo grana concluyó como la mayoría de los últimos años en la entidad, engullida en un abrir y cerrar de ojos entre las protestas de la afición y una cierta tendencia al "gatillo fácil" del Consejo de Administración acuciado por la angustia que provoca ese tan ansiado ascenso a Segunda División que no acaba de llegar.

Las hemerotecas dejarán en un tercer plano que el partido ante el Atlético Madrileño fue en el que el Nástic de Sampedro exhibió un mejor nivel de fútbol en la temporada. Del posible 1-0 se pasó al 0-1 en una acción a balón parado. El equipo intentó la reacción pero el árbitro ignoró de manera increíble en el FVS una falta clarísima a favor del Nástic en el arranque de la jugada que acabó con el 0-2 en la portería de Dani Rebollo. (¿Para qué queremos el FVS entonces?) El tercer gol del equipo de Fernando Torres destapó la protesta en la grada y la guillotina en el Consejo de Administración. Gracias y adiós, Luis César Sampedro.

Sampedro, que llegó al Nástic acabando la pasada temporada relevando a Dani Vidal en otro ataque de nervios en el Nou Estadi porque la promoción parecía escaparse de las manos, ya tiene relevo. Su sustituto será Cristóbal Parralo. El andaluz (ex jugador del Espanyol) llega con el aval de las tres temporadas donde destacó en el Racing de Ferrol. Es, por tanto, un conocedor de los entresijos de una categoría dura como es la Primera RFEF. El objetivo no se va a ver rebajado. El Nástic sigue obligado a ascender sí o sí.

Sin embargo, si la historia contemporánea nos dice algo del Nástic de Tarragona es la facilidad con la que los técnicos son fagocitados. Cristóbal Parralo será el decimocuarto entrenador que se sentará en el foso del Nou Estadi en los últimos nueve años. Más que de un banquillo parece que hablemos de una trituradora de entrenadores.

En la primavera de 2016 Vicente Moreno renovaba por el Nástic hasta 2018. En Diciembre de 2016 decía adiós a Tarragona cerrando una etapa de más de mil días en el club. Desde entonces los entrenadores (exceptuando la etapa de Dani Vidal) han sido más efímeros que otra cosa. Los números no engañan:

Vicente Moreno: 147 partidos en 1150 días.

Juan Merino: 20 partidos en 143 días.

Nano Rivas: 2 partidos en 41 días.

Lluís Carreras: 5 partidos en 71 días.

Rodri: 20 partidos en 142 días.

Nano Rivas de nuevo: 15 partidos en 104 días.

José Antonio Gordillo: 13 partidos en 161 días.

Enrique Martín: 32 partidos en 250 días.

Xavi Bartolo: 13 partidos en 140 días.

Toni Seligrat: 45 partidos en 590 días.

Raúl Agné: 63 partidos en 564 días.

Iñaki Alonso: 6 partidos en 40 días.