Valladolid ya tiene su Núñez de Balboa. Las calles Muro y General Ruiz se han convertido en epicentro de las protestas que se vienen sucediendo en la ciudad, desde el pasado sábado, a semejanza de las que se originaron en la citada vía madrileña en contra del Estado de Alarma y del Gobierno de España por su gestión de la crisis del COVID-19.
La confluencia de personas, en su mayoría con mascarillas y guantes de protección, en esta céntrica zona de Valladolid se viene produciendo desde hace días prácticamente de una misma forma. A partir de las 21:00 horas comienza el goteo de viandantes, llegados de uno a uno o en pequeños grupos, portando en su mayoría banderas de España y utensilios de cocina. Y, ante la atenta mirada de los agentes de la Policía Nacional, que despliegan su operativo aldededor de las siete de la tarde, protagonizan una sonora cacerolada en movimiento.
En este cuarto día de protestas, y como novedad, un grupo de asistentes ha desplegado sobre la calzada una bandera de España de enormes dimensiones. Bajo ella se han visto obligados a circular los vehículos que transitaban por la zona —siguiendo las indicaciones de los propios sostenedores de la bandera que, al aproximarse un automóvil, se indicaban unos a otros "¡Arriba!"— durante el transcurso de la protesta que, como viene siendo habitual, ha sido también replicada por algunos de los vecinos de la zona desde sus balcones.
La protesta, que se prolonga durante más de media hora, culmina cuando, como puede comprobarse en las imágenes grabadas por un periodista de COPE, suena el himno nacional. Durante su reproducción los asistentes detienen sus movimientos y guardan silencio. Una vez termina de sonar, rompen en aplausos y gritan al unísono "¡Viva España!".