De la conversación entre una madre, que acudió al colegio en busca de ayuda, con la tutora de su hija surgió el empeño de un centro concertado de Valladolid por sacar adelante la ‘Operación Kilo’.

Tradicionalmente los alumnos de Agustinas Valladolid acuden por estas fechas con bolsas cargadas de alimentos no perecederos. El colegio se convierte al llegar diciembre en una improvisada despensa. Posteriormente, al acercarse las vacaciones de Navidad, una parte se destina al Banco de Alimentos. Y la otra, a familias con dificultades económicas que han confiado a este centro la educación de sus hijos.

Sin embargo, los protocolos de prevención frente al COVID-19 limitan este año el acceso de personas a los colegios y la introducción de posibles focos de contagio —como, por ejemplo, juguetes— ajenos a la actividad propiamente educativa.

“No nos quedaba otra que intentar ayudar”, ha explicado a COPE el director pedagógico de Infantil y Primaria de Agustinas Valladolid. Tras hacer “conscientes” a los alumnos y a sus familias de cómo la crisis derivada de la pandemia estaba afectando también a miembros de su comunidad educativa, optaron por repartir sobres donde poder depositar un donativo.

Esos sobres han comenzado ya a llegar al colegio. Y son los propios alumnos quienes, a fin de evitar cualquier contacto cruzado, los depositan en el interior de una de las cajas que el centro ha distribuido por todas las aulas.

Cuando finalice el plazo de entrega el equipo de Pastoral “será el encargado de recogerlos” y de ponerlos “en cuarentena”. Lo recaudado se repartirá entre las familias “necesitadas” del colegio. “Algunas lo están pasando fatal”, confiesa Niño.

El pico social de la pandemia

Las entidades sociales de Castilla y León estiman que se ha incrementado en un 20 por ciento la demanda de ayuda alimentaria desde el inicio de la pandemia.

“Es cierto que ha aumentado mucho la gente que ha acudido en este tiempo a Cáritas”, apunta su delegado en Valladolid, Luis Miguel Rojo. Las ayudas “básicas”, como se refiere a las destinadas a garantizar una adecuada alimentación de sus beneficiarios y el mantenimiento de la vivienda, han crecido “un 50 por ciento más” que en 2019. “Donde el año pasado se dieron dos”, explica, “este año hemos dado tres”.

Sin embargo, lo peor aún está por llegar. “Nosotros siempre vamos por detrás”, matiza Rojo, por lo que el pico de la ola para las entidades sociales llegará “un poco más tarde”.

Por este motivo Grupo COPE se ha sumado a la llamada conjunta de la Conferencia Episcopal y de Cáritas para convocar a toda la Iglesia española a vivir una Navidad cerca de quienes necesitan de una mano que les ayude. Basta con enviar un SMS con el móvil para donar hasta seis euros que irán íntegramente a beneficio de Cáritas, sin costes de gestión.