El caso Koldo y el supuesto cobro ilegal de comisiones para la compra de mascarillas ha puesto el foco las compras que, durante la pandemia, se realizaron por parte de las comunidades autónomas. En Castilla y León los centenares de contratos están todos reflejados en el portal de transparecencia. Se calcula que la Junta de Castilla y León desembolsó más de 200 millones de euros para la compra de material. En cada uno de esos contratos figura el concepto, el importe, el destino y la empresa. Francisco Igea era por aquel entonces vicepresidente de la Junta.

El 16 de marzo el gobierno dió luz verde a las comunidades para realizar compras. Las reglas del mercado se alteraron y todos acudían a por el mismo material. Hubo que desechar las ofertas poco éticas, en ocasiones difíciles de disntiguir por la presión del momento y la necesdad de proteger sobre todo a los sanitarios. ¿Hubo comisiones en las compras? Ha respondido el propio Igea. “Es muy complejo, no tenemos constancia de nada que hubiera sido lalamtivo, pero lo que sí aseguro es que nadie se ha comprado un piso en Benidorm”.

Con un mercado sin normas y con prácticas poco éticas por parte de algunas empresas, hubo que agudizar las operaciones. Castilla y León fue de las primeras comunidades en recibir material. Las operaciones se prolongaban durante horas, las encabezaron la gerencia de salud y la consejería de Fomento. No había tiempo que perder. “Nos abren muchas puertas, gente que quería hacer negocio y nos facilitaron canales de comunicación y era difícil de distinguir qué era lo bueno o lo malo”, ha apostillado.

Castilla y León hizo un llamamiento y ahí se comprobó la solidaridad de los empresarios de esta tierra que donaron más de tres millones de euros en equipos antes de que se pudieran realizar las primeras compras. Las comunidades aún no habían sido autorizadas a realizar compras por su cuenta.