Albena, una inmigrante búlgara con un proyecto de vida en un pueblo de Valladolid: “No tienen que vivir sólo de las ayudas”
Los trabajadores inmigrantes crecieron este pasado mes de junio más de un 12% en Castilla y León

Albena, una inmigrante búlgara que echa raíces en el medio rural de Valladolid
Valladolid - Publicado el - Actualizado
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En pleno debate sobre la inmigración, hay quienes ven en este colectivo una oportunidad para ganar población y, de paso, devolver la vida a sus núcleos rurales. Castilla y León es una comunidad tocada por la sangría demográfica y lo revelan las cifras, en los últimos 75 años, ha perdido el 16,5 por ciento de la población. Zamora ha dicho adiós a la mitad de sus vecinos en este tiempo y sólo Valladolid ha ganado habitantes desde 1950, un 51 por ciento.
Albena llegó a Valladolid procedente de Bulgaria en 2007. Desde hace siete años lleva un modesto bar en la localidad vallisoletana de Corcos, un municipio de apenas 200 habitantes. Vive en Cigales con su marido y su hija. Salió de su país en busca de mejores oportunidades para su hija que hoy tiene 19 años. Como ella, hay casi 221.000 inmigrantes que residen en Castilla y León. Los trabajadores inmigrantes crecieron este pasado mes de junio más de un 12% en las afiliaciones a la Seguridad Social.
Albena lo tiene claro, cuando llegas a un país que te acoge tienes que devolver con trabajo. No hay que vivir de las ayudas. “Si quieren venir a España, que espabilen y empiecen a trabajar, que en este país no tienen que vivir sólo de las ayudas”. Así de contundente se ha manifestado Albena que sabe lo que es levantar un negocio de hostelería en la España rural. “Que vengan, trabajen y que paguen sus impuestos”, asevera, “empiezas a trabajar y 'palante'”.
Empleo e inmigración
En provincias como Valladolid, Burgos, León, Segovia y Palencia, las cifras de afiliados extranjeros a la Seguridad Social han crecido. La tasa de actividad del colectivo en Castilla y León está próximo al 69%, por encima de la media nacional. Albena agradece las oportunidades que le han dado. Aquí ha podido construir su proyecto de vida junto a su familia. “He podido comprar mi casa, aquí en España, como una extranjera y estoy muy agradecida de la gente que se han portado bien conmigo y mucha gente que sigue ayudándome”, comenta en Herrera en COPE con orgullo.
Lleva sola el bar en una pequeña localidad donde dice sentirse como en casa. Además, da empleo, especialmente cuando llegan las fiestas del pueblo que tiene que echar mano de algún camarero para atender el aumento de la demanda. No es fácil, nos cuenta, llevarlo sola. “Sólo cuando son las fiestas, cojo camareros para que me ayuden”, ha explicado Albena que nos cuenta que su horario es ininterrumpido de 11:00 a 23:00.
“He podido comprar mi casa, aquí en España, como una extranjera y estoy muy agradecida"
Una inmigrante búlgara asentada en el medio rural de Valladolid
No regresar a su país
Con el corazón algo dividido, echa de menos sus raíces, pero no se plante regresar a Bulgaria de donde salió hace ahora 32 años. Aquí lo tiene todo, conseguido con esfuerzo, y con mejores oportunidades para su hija. “La tierra me tira y quiero mucho a mi país. Como en todo hay cosas buena y malas, pero mi hija no creo que vaya a tener algo mejor”, concluye.