"Pago aire como si fuera agua": La vida sin agua de abasto en Valle Casares, el barrio olvidado de Telde"
Aythami, vecino del barrio: "abro el grifo el domingo y hasta el miércoles no sale el agua, durante tres días solo pago agua"

Un vecino de Valle Casares asegura que paga aire por agua
Gran Canaria - Publicado el
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Se llama Aythami, es un vecino de Valle Casares en Telde y lleva años viviendo una paradoja intolerable; abre el grifo del agua de abasto y solo sale aire, si esto es indignante lo peor está por llegar porque el contador comienza a caminar facturando aire por agua, “para tener agua debo abrir el gripo un domingo y el agua me llega el miércoles”, durante tres días sin parar pagando aire, “estoy pagando aire” se lamenta Aythami-
Pagamos por encima de los 100 euros y la gran mayoría de esta cuota es aire
Este vecino pasó por Herrera en COPE Gran Canaria, quien demostró que su historia es la de un abandono institucional al barrio. “No soy el único que lo sufre, todos los vecinos tenemos que sobrevivir con este problema”. El agua llega tres días más tarde después de abrir el grifo, pero la factura llega puntual y con una cantidad inasumible: “incluso pagamos por encima de los 100 euros y la gran mayoría de esta cuota es aire”.

Un vecino de Valle Casares asegura que paga aire por agua
abrimos la llave del grifo un domingo y el agua llega el miercoles
Aythami y los vecinos de la zona deben comprar el agua “y es mucho más cara que la de abasto”, por lo que paga dos veces la misma agua, la almacena en barriles“que con el tiempo se raja porque no aguantan tanto como las tuberías”, deposita esta agua en el aljibe y este es el proceso que debe hacer casi a diario.
Aythami, voz de los vecinos, se siente frustrado porque mientras comprueba como este grave problemas pasa desapercibido “se está construyendo una urbanización, Arauz y ellos sí tendrán todo tipo de dotaciones: agua, luz alcantarillado y todos los servicios públicos necesarios”, por ello el vecino de Valle Casares se pregunta: ¿y nosotros?... nada. Para Aythami y los vecinos del barrio, la comparación es una herida abierta: un recordatorio de que para algunas administraciones “hay ciudadanos de primera y de segunda, apestados como nosotros, porque aquí no viene nadie del ayuntamiento”.
El abandono institucional no se limita al agua, las cloacas del barrio, con un presupuesto asignado para su mejora, siguen iguales: sin obras, sin limpieza, sin solución: “el dinero estaba, pero no sabemos qué ha pasado porque nadie ha hecho nada y estamos cansados de tantas promesas vacías”. En Valle Casares, la frustración hierve tanto como los bidones al sol. El derecho básico al agua se ha convertido en una lucha diaria con mucha impotencia y frustración: “estamos olvidados”, pero jamás callados.