María, guía turística en Gran Canaria, víctima de la agresión de un carterista: "Se me encaró, yo di un pasito para atrás y, desde la rabia, me dio una patada en el tobillo"

Los guías turísticos de Gran Canaria han advertido del incremento considerable de carteristas en la isla, una situación que se ha vuelto especialmente preocupante desde el pasado mes de noviembre. María Lezcano, vicepresidenta de la Asociación Profesional de Guías Turísticos de Gran Canaria, ha denunciado que el problema se concentra en los principales puntos de interés como el barrio de Vegueta en la capital grancanaria, Teror, Arucas o Firgas, coincidiendo con la temporada alta de cruceros.

Según Lezcano, "los cruceristas son las presas perfectas para los ladrones, ya que al pasar solo unas horas en la isla, rara vez presentan denuncia si son víctimas de un hurto. Esta falta de denuncias provoca que las estadísticas oficiales no reflejen la magnitud real del problema, a pesar de que los guías han constatado un aumento significativo de los robos con la llegada de los barcos".

los guías desarrollan estrategias de prevención

El modus operandi de los carteristas ha llevado a los guías a desarrollar sus propias estrategias de prevención. Antes de cada visita, ofrecen a los grupos un briefing de seguridad donde explican cómo actúan los ladrones. Además, han incorporado el uso de silbatos para ahuyentarlos, carteles informativos en varios idiomas y sistemas de audio para alertar a los turistas en tiempo real.

La situación llegó a un punto crítico cuando la propia María Lezcano sufrió una agresión. “Al tocar el pito, se me encaró, yo di un pasito para atrás, huyendo del contacto físico, y en ese momento, desde la rabia, me dio una patada en el tobillo”, relata la guía. Afirma que este tipo de violencia es nuevo, ya que hasta ahora los delincuentes evitaban el contacto físico. “Nunca habían cruzado esa frontera” sentencia.

En nuestro país no cuesta nada darle una patada a un guía en la calle o robarle una cartera a un turista, ese es el problema"

María Lezcano

Vicepresidenta de la Asociación de Guías Turísticos de Gran Canaria

El perfil del carterista

Lezcano describe a los ladrones como grupos organizados procedentes de países europeos. Suelen actuar en parejas, visten y se comportan como si fueran turistas, con mapas y mochilas, para camuflarse entre los visitantes. Un truco habitual es pedir cambio de un billete de 20 euros, una táctica que podría servirles para localizar dónde guardan los turistas sus carteras.

La vicepresidenta de la asociación asegura que, tras años lidiando con ellos, han desarrollado un “instinto” para detectarlos. La desfachatez de los ladrones es tal que, cuando los guías intentan fotografiarlos a ellos o a sus coches de alquiler para tener pruebas, estos no dudan en posar. “Hasta te saludan, te posan para la foto”, lamenta Lezcano.

Hasta te saludan, te posan para la foto"

María Lezcano

vicepresidenta de la Asociación de Guías Turísticos de Gran Canaria

Falta de recursos y una legislación “muy suave”

A pesar de la creciente tensión, María Lezcano rompe una lanza a favor de los cuerpos de seguridad. “Me duele en el alma cuando alguien comenta ‘es que la policía no hace nada’. Tenemos unas fuerzas del orden maravillosas”, asegura. El problema, según ella, es más profundo: por un lado, la falta de recursos policiales y, por otro, una legislación “muy suave” con este tipo de delitos.

Finalmente, la asociación también pone el foco en el intrusismo laboral como otra de las lacras del sector. Denuncian la existencia de guías que operan con acreditaciones de otras comunidades autónomas, como Aragón, donde aseguran que “regala literalmente los carnés”, sin que se verifiquen sus competencias para ejercer en las islas.