El Premio Nobel que descubrió Salinas: Ramón y Cajal, pionero en la ciencia y en elegir este destino vacacional

El nombre de Santiago Ramón y Cajal, galardonado con el Premio Nobel de Medicina en 1906, resuena con fuerza en la historia de la ciencia. Sin embargo, su vínculo con Asturias, y en especial con Castrillón, es una faceta menos conocida que revela su carácter pionero no solo en el laboratorio, sino también en la elección de sus destinos de descanso. De ahí que en la actualidad tanto Avilés como Salinas cuenten con una calle en su recuerdo. Este miércoles, el Museo de la Mina de Arnao ha acogido una jornada para poner en valor si figura y uno de los participantes ha sido Juan José Menéndez Martínez Jambrina, jefe de psiquiatría del Hospital San Agustín, que precisamente ha hablado de esa vinculación de Ramón y Cajal con la comarca.

Un pionero del veraneo en Asturias

Nacido en Aragón, Ramón y Cajal buscaba cada verano un refugio para desconectar del "esfuerzo intelectual que hacía durante el resto del año en Madrid". Una frase o una sensación que ahora resuena mucho cada verano en Asturias, tierra de acogida de miles de turistas que buscan huir del agobiante calor y del estrés del día a día de otras zonas de España. A pesar de haberse criado entre montañas, encontró en la costa asturiana el lugar ideal. Según Martínez Jambrina, el Nobel afirmó que "para el descanso y el trabajo intelectual, una de las mejores zonas que había encontrado era Asturias".

Para el descanso y el trabajo intelectual, una de las mejores zonas que había encontrado era Asturias"

Juan José Martínez Jambrina

Jefe psiquiatría Hospital San Agustín

Durante 35 años, desde finales del siglo XIX hasta 1932, visitó la región como mínimo unas ocho veces, con una clara preferencia por Salinas y Lastres. 

Su presencia en Salinas coincidió con el auge de los balnearios y los baños de ola, una época en la que la costa norte se consolidaba como destino para el "turismo casi termal". Este fenómeno, que dio lugar a especialidades médicas como la hidrología, atraía a figuras notables y ayudó a posicionar a localidades como Salinas, que inauguró su Real Club Náutico en 1915.

Padre de la neurociencia moderna

Más allá de su faceta como veraneante, la trascendencia de Ramón y Cajal reside en su monumental obra científica. "La obra de Cajal es realmente fascinante por el empeño que puso en el desarrollo y por cómo la fue hilando prácticamente a solas", explica Martínez Jambrina. Su gran hito fue el descubrimiento de la neurona como unidad básica del sistema nervioso, lo que obligó a repensar por completo el funcionamiento del cerebro.

La obra de Cajal es realmente fascinante por el empeño que puso en el desarrollo y por cómo la fue hilando prácticamente a solas"

Juan José Martínez Jambrina

Jefe de psiquiatría del Hospital San Agustín

Para conmemorar su figura y su especial vínculo con la comarca, el Museo de la Mina de Arnao ha organizado una jornada con diversas ponencias que repasan tanto su brillante carrera científica como su conexión personal con Castrillón.