El Tuerto, el Torero o el Morico: los cabezudos más queridos de las Fiestas del Pilar
Los más pequeños esperan cada año su llegada con una mezcla de cariño, entusiasmo y miedo. Estas Fiestas del Pilar volverán a recorrer los diferentes barrios de Zaragoza

La salida de los Cabezudos por los barrios de la ciudad es un momento muy esperado.
Zaragoza - Publicado el
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Es uno de los momentos más esperados de las Fiestas del Pilar de Zaragoza: La visita de los Cabezudos a cada uno de los barrios de la ciudad. Una tradición muy querida por todos los zaragozanos, grandes y pequeños, que en 2024 fue declarada como Bien de Interés Cultural Inmaterial.
Los orígenes de la actual comparsa se remontan a principios del siglo XIX. Desde entonces la cantidad de Cabezudos ha ido aumentando. Suelen salir en Carnaval o en Fiestas del Pilar para 'encorrer' a los niños y niñas por las calles de la ciudad. Es una de las cosas que más le gustan a los chavales que cada año esperan su llegada con una mezcla de cariño, entusiasmo y miedo.
ORÍGENES DE LA ACTUAL COMPARSA DE CABEZUDOS
En 1841 había cuatro gigantes que representaban a los continentes de Asia, América, Europa y África y salían acompañados durante la procesión del Corpus Christi de 4 cabezudos: el Morico, el Berrugón, el Forano y el Tuerto. Con el paso de los años la comparsa de Gigantes y Cabezudos se fue ampliando. A los cuatro que había se sumaron el Boticario, el Robaculeros, el Torero y la Forana.
Posteriormente, en el siglo XX a los 8 Gigantes se les unieron Gastón de Bearn y la Dama Bearnesa y a la lista de Cabezudos se les sumó uno nuevo: la Pilara.
Y en el siglo XXI llegaron dos Gigantes más, José de Palafox y Agustina de Aragón, y a la nómina de Cabezudos se unieron el Royo del Rabal y la Cigarrera que fue el último personaje que se incorporó junto con el gigante que representa a Goya.
La actual comparsa de Gigantes y Cabezudos es una de las más grandes de España. En la actualidad, está compuesta por 27 figuras: 14 gigantes, 11 cabezudos y dos caballitos.

La Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Zaragoza es de las más antiguas de España.
¿QUIEN ES CADA CABEZUDO Y CUAL ES SU COPLILLA?
El Morico: Es uno de los más famosos. Va vestido de colores, con una llamativa gorra roja y amarilla propia de los jinetes. Podría tratarse de un mozo de cuadra que se trajo desde Cuba un noble zaragozano: el Conde la Viñaza. Los niños y niñas le cantan: “Morico del Pilar, se come las sopas y se echa a bailar”.
El Tuerto: Su sombrero de estilo francés recuerda a Napoleón e incluso hay quienes ven en este personaje a José Bonaparte, el hermano del emperador. Otros aseguran que esta figura representa a Melendo, un médico iracundo. Su copla dice así: “El tuerto, tuerto es, el tuerto por melón se cayó un tozolón”.

El Morico es uno de los Cabezudos más queridos por los niños.
El Forano: Este Cabezudo representa a un aragonés que viene del pueblo a disfrutar de las fiestas de la ciudad con su mejor ropa de domingo, un sombrero de copa y una chaquetilla de pana. Los chavales se ríen de él, cantando: “El Forano se ha ensuciao y la forana lo ha limpiao con un trapo colorao”.
La Forana: Es la pareja del Forano y durante muchos años fue el único personaje femenino que había en la comparsa de Cabezudos. Se incorporó en 1916, es la heredera de una antigua figura que representaba a Teresa Panza. Su copla reza lo siguiente: “Que no se diga, que no se note, que La Forana lleva bigote”.

La salida de los Cabezudos es uno de los momentos más esperados por los niños.
El Verrugón: Este personaje representa a un antiguo corregidor de la ciudad, predecesor de los actuales concejales. Lleva un sombrero de tres picos y una enorme verruga en la cara. Su copla dice: “Al verrugón le picaron los mosquitos y se compró un sombrero de tres picos”.
El Torero: Va vestido con un tradicional traje de luces de estilo goyesco. Este diestro representa a un torero de la época de Pepe Hillo, Martincho y Josef Cándido, aunque su arrogancia y su porte taurino le hacen ser objeto de las burlas de los chavales. Su copla dice: “El torero como es tan chulo, salta la tapia y se rompe el culo”.

La Cigarrera ha sido el último en incorporarse... sin el cigarro, por supuesto.
El Robaculeros: No se sabe a ciencia cierta a quién representa, pero lleva una frondosa barba, va vestido blanco y lleva un gorro de color carmín. Se dice que podría tratarse de Sancho Panza, el escudero de Don Quijote. Los chicos de la ciudad suelen cantarle: “El Robaculeros no sabe correr, por eso da tantos traspiés”.
La Pilara: No tiene nada que ver con la Virgen del Pilar, sino con Pilar Lahuerta, la legendaria cantante y humorista de la sala Oasis de Zaragoza. Es el único de los cabezudos de la comparsa que nació en vida de la persona a la que representa.

La Comparsa de Gigantes y Cabezudos ha sido declarada Bien de Interés Cultural Inmaterial.
El Boticario: Se cree que se trata de Pedro Alonso, un acaudalado ciudadano que regentó una farmacia. Lleva un batín a cuadros y un bonete cilíndrico. Su gesto iracundo y sus rasgos temibles provocan temor en los niños que le cantan: “Boticario, canario, garras de alambre, le cayó una teja y no le hizo sangre”.
El Azutero: Fue el penúltimo Cabezudo en unirse a la comparsa. Representa a Pedro Nadal y Auré, considerado como el más importante cantador de jota de su época dentro del folclore aragonés. Entró a formar parte de la familia en octubre de 2013. Su copla dice. “Azutero panzón deja de cantar jotas y reparte el zurrón”.
La Cigarrera: Es el último personaje que se incorporó a la comparsa en el año 2015. Es un homenaje a Herminia Martínez, una mujer que estuvo vendiendo cigarros durante muchos años en una emblemática calle de El Tubo de la capital.