El origen secreto de la jota: el baile que cura la picadura de la tarántula
Este baile popular, herencia de la tarantela italiana en tiempos de la Corona de Aragón, se usaba para expulsar el veneno y derivó en una fiesta popular

Pilar López Isla nos cuenta todos los secretos de la tarantela, la jota y su poder curativo
Zaragoza - Publicado el - Actualizado
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Algunas jotas en Aragón se bailaban como antídoto para las picaduras de tarántulas o escorpiones, una tradición que tiene su origen en la tarantela, el popular baile del sur de Italia. Esta costumbre echó raíces en la región durante la época de la corona aragonesa, gracias a los estrechos vínculos culturales en el Mediterráneo. Estos lazos son el eje de la ponencia musicalizada 'De la Taranta a la Jota, y viceversa', que se celebra en el marco del Festival de Mujeres en la Música Antigua.
Un remedio sudorífico
El origen de esta práctica, que se remonta al Renacimiento o incluso a la Antigua Grecia, era puramente funcional. Según explica la historiadora y folclorista Manuela Adamo, "la tarantela se utilizaba, entre otras cosas, no solamente para eso, se utilizaba también para curar de la picadura de la tarántula, y la jota también". Esta costumbre se ha documentado en localidades aragonesas como Fraga, Ariño, Alcubierre o Alcaine.
Ante la falta de remedios médicos, la forma más rápida de sobrevivir a un envenenamiento era expulsar la ponzoña a través del sudor. Para ello, se recurría a la música y al baile ininterrumpido. "Llegaban los músicos y hacían bailar a la persona, pero la hacían bailar durante 24 y 48 horas para que sudara, sudara, sudara. Y, efectivamente, sí, es un remedio", detalla Adamo sobre la efectividad del ritual.
Llegaban los músicos y hacían bailar a la persona, pero la hacían bailar durante 24 y 48 horas para que sudara, sudara, sudara"
La singularidad de la jota
Aunque el ritual de la tarantela se extendió por otras regiones como Andalucía, Extremadura y Castilla-La Mancha, Aragón presenta una particularidad única. Tal como señala Manuela Adamo, la aragonesa es la única región que adaptó su propia música para el rito. "Lo curioso es que el único lugar donde se utiliza una música específica para la picadura de la tarántula es Aragón con la jota, jotas aceleradas, que llamaban ellos", afirma la experta.
El único lugar donde se utiliza una música específica para la picadura de la tarántula es Aragón con la jota, jotas aceleradas, que llamaban ellos"
De la protesta a la fiesta
Con el tiempo, el ritual fue evolucionando. La picadura, a veces simbólica, se convirtió en una excusa para paralizar las labores del campo, especialmente en verano. También adquirió un componente de género y de "resistencia", como apunta Adamo, ya que en el sur de Italia había más mujeres "picadas" que hombres. Era "una forma de rebelarse, una protesta de los que yo llamo un poco los desheredados de la tierra".

El origen de la tarantela se encuentra en el sur de Italia
Finalmente, la curación se transformó en una celebración comunitaria. Como recoge el artículo "La fiesta de la tarántula, júbilo con jota en el Alto Aragón", de María Tausiet, el ritual se convertía en una excusa para la fiesta. Mientras se tocaba para la persona afectada, "toda la gente del pueblo estaba y bailaba y hacían sus cosas", convirtiendo el remedio en una tradición festiva propia de la cultura mediterránea.
Toda esta historia se enmarca en el Festival de Mujeres en la Música Antigua, dirigido por Pilar Almalé, que busca reivindicar el papel de la mujer como transmisora de la tradición musical aragonesa. El lema de este año, 'Tierra de mis entrañas, cantos de la mujer en Aragón'. El festival también incluye talleres y conciertos, como el que ofrecerán Miguel Ángel Berna, la propia Almalé y Josué Barrés.
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