Llegada escalonada y viviendas modulares: así se prepara el desembarco de 2.000 chinos en Figueruelas
El montaje de la gigafactoría de baterías eléctricas supone un reto organizativo pero la fórmula no es extraña en este tipo de infraestructuras

Te contamos cómo será el desembargo de 2.000 trabajadores chinos en el entorno de Figueruelas
Zaragoza - Publicado el
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La llegada de los casi 2.000 trabajadores chinos que pondrán en marcha la gigafactoría de baterías de Figueruelas será escalonada y comenzará a finales de este año. Entre 1.500 y 1.800 aterrizarán en un plazo mínimo de año y medio, hasta finales de 2026.
Se trata de una operación que desde los sindicatos ven con normalidad. ¿Por qué? Porque “la tecnología es nueva”, como explica el presidente del Comité Europeo de Stellantis y responsable de Industria de UGT, José Juan Arceiz.
“No es un caso aislado, se hace habitualmente cuando se vienen amontar empresas con tecnología que desconocemos, en España es la segunda empresa de este tipo que se va a montar, tras la de Sagunto, y no tenemos personal formado”, ha explicado a COPE.
Cuando se levantó la planta de General Motors a principios de los años 80, también vinieron entonces trabajadores sobre todo de Alemania, pero también de Estados Unidos y Japón. Ahora la tecnología es china.
TRABAJO Y CONDICIONES
Antes de que acabe el año podrían llegar ya cerca de 300 trabajadores de esta nacionalidad, tanto de CATL, la empresa que impulsa el proyecto, como de otras contratistas.
Esto no significa que no se vaya a generar empleo local, ni mucho menos. El desembarco del contingente chino servirá para arrancar la gigafactoría y formar a los trabajadores locales.
Eso sí, Arceiz tiene claro que, durante el tiempo que estén aquí, tendrán que cumplir la legislación laboral española “desde el primer día, en todos los aspectos, tanto en el ámbito de prevención, seguridad y salud laboral como, por supuesto, en salarios y jornadas”.
Para el sindicato, este tipo de industrias deberían adscribirse al convenio del sector del Metal. “Imagino que tendremos que tener una reunión y estaremos vigilantes y pendientes de que todo esto se cumpla”, ha asegurado.
EL RETO DE LA VIVIENDA
La llegada del contingente chino supone, en cualquier caso, un reto organizativo sin precedentes. Una de las grandes preguntas en dónde se van a alojar.
Todo apunta a que se harán “viviendas de tipo modular” para dar una respuesta rápida y temporal. Arceiz admite que ya existen experiencias previas en el convenio del campo. “La diferencia es que un alojamiento temporal para 3 meses no es lo mismo que una vivienda para año y medio, tiene que tener otras condiciones y queremos que sean dignas”, asevera.
Los operarios, que son el grueso del contingente, se instalarán sin sus familias y vivirán en el entorno de la factoría. Algo que afectará, sin duda, a otros servicios, como la sanidad. Estamos hablando de municipios como Figueruelas, con 1.200 habitantes; o Pedrola, con unos 3.700 habitantes. “El Gobierno de Aragón tendrá que reforzar esa zona de salud”, insiste.
Sin embargo, por las informaciones que han trascendido hasta la fecha, los directivos vivirán en Zaragoza capital. Estos sí vendrán con sus familias, por lo que será la capital aragonesa la que tenga que asumir las necesidades de escolarización de estos menores.