Centro de Solidaridad de Zaragoza: "Hay que convivir con las drogas y rediseñar programas"
La cocaína sigue encabezando la mayoría de las atenciones, un 24,5%, según datos de la memoria anual de 2024

Analizamos los datos de la memoria anual de Proyecto Hombre
Zaragoza - Publicado el - Actualizado
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El Centro de Solidaridad de Zaragoza, conocido como Proyecto Hombre, atendió en 2024 a 1.246 personas con alguna patología adictiva. La cocaína sigue encabezando la mayoría de las atenciones, un 24,5 %, seguido del alcohol. Aunque en la mayoría de los casos hay un policonsumo.
En las llamadas UASAS, las Unidades de Atención y Seguimiento de las Adicciones, hay ingresadas en estos momentos 619 personas y 323 están allí por primera vez. Esta fundación, además, es la que gestiona la única comunidad terapéutica que existe en todo Aragón para patologías adictivas. Hay 45 personas ingresadas y una lista de espera de 50. Es, a todas luces, insuficiente.
"Podríamos llenar otra comunidad terapéutica más", ha indicado el director gerente, Jesús Sánchez. Por eso, añade, "hay que establecer otro tipo de recursos residenciales: una comunidad más pequeña específica para mujeres o más pisos supervisados, porque los recursos en nuestra comunidad autónoma dejan mucho que desear". Y ha señalado que en otras comunidades como Cataluña cuentan con 26.
Mientras tanto, las atenciones repuntan poco a poco año tras año. En 2024, un 1,05%. Se repiten patrones: 80% hombres y 20% mujeres. Ellas parece que van superando el estigma de pedir ayuda y cada vez se atienden más casos. Es por ello que, desde Proyecto Hombre, ven necesaria la creación de un centro de rehabilitación específico para mujeres donde a la adicción se añadan la atención a otros problemas como la violencia de género, la pobreza o la salud mental.
"Estas comunidades con enfoque de género han demostrado resultados muy positivos, ofreciendo espacios seguros y especializados que favorecen el proceso de recuperación y empoderamiento femenino", ha explicado la vicepresidenta de de CSZ, Pilar Aznar.
Y es que la casuística de las drogas es muy diversa y compleja. Entre los jóvenes es el consumo de cannabis el que motiva la mayor parte de las atenciones, sumado también al alcohol. Han atendido a 113 en 2024. Y, por ejemplo, aunque las drogas son las mismas no se consume igual en los pueblos que en las ciudades.
En el medio rural "si uno consume, consume la gran mayoría, y cuando uno quiere realizar un tratamiento le resulta muy complicado desenvolverse de una manera más sana y normalizada porque la gran mayoría de los chavales de su alrededor son consumidores", ha explicado Sánchez.
El director gerente también ha querido destacar que hay que rediseñar los programas y el concepto que se tiene de las adicciones. "Vamos a tener que seguir conviviendo con las drogas y hay que rediseñar los programas que reduzcan el daño al máximo", ha apuntado Sánchez. "En los últimos años se ha demonizado y dramatizado demasiado el trabajo en el ámbito de las adicciones. No, lo tenemos que hacerlo público y visible", ha añadido. Y ha señalado la importancia de la investigación científica por el gran potencial terapéutico que tienen algunas sustancias.
El Centro de Solidaridad de Zaragoza nació hace 40 años de la mano de la Iglesia católica. Y aunque reciben dinero de la administración, el apoyo de la institución religiosa sigue siendo imprescindible.
"La administración siempre paga, pero el incumplimiento de los plazos es algo habitual, con retrasos de 4 ó 6 meses, y no tenemos patrimonio", ha recordado el presidente de CSZ, Carlos Gómez Baillo. Y ha destacado que "gracias al apoyo económico de la Iglesia los trabajadores han podido cobrar algunos meses sus nóminas o la extra de Navidad".