El Real Zaragoza ratifica su mejoría ganando merecidamente al Sporting en La Romareda (1-0)

El gol de Mollejo permite enlazar la segunda victoria consecutiva, primera en casa, y coloca en el centro de la tabla a un equipo que empieza a dar motivos para creer

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Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

5 min lectura

El Real Zaragoza venció en la noche de este sábado en La Romareda por un gol a cero al Sporting de Gijón en un intenso, entretenido y vibrante partido, que confirmó que la mejoría mostrada en Ponferrada en la semana anterior sí que iba en serio. Parece que, por fin, Juan Carlos Carcedo ha logrado dejar atrás las dudas de las primeras jornadas, en espacial el desastre de la segunda parte ante el Lugo, y empieza a dar con la tecla para lograr -como sucedió en este trabajado triunfo ante los asturianos-, que su equipo pueda dar a la afición motivos para creer e incluso soñar.

Ante un Sporting irregular, al que se le está dando últimamente muy mal el Real Zaragoza, el conjunto aragonés fue superior y dominador, aunque tuvo que esperar al minuto 6 de la segunda parte para materializar la victoria, gracias a una buena definición a la contra de Mollejo, tras la que fue necesaria la intervención del VAR para que el tanto subiera al marcador, ya que Oliver de la Fuente Ramos lo había anulado por un fuera de juego que no existía.

Los de Carcedo conseguían así su segunda victoria consecutiva y primera de la temporada en casa, ante una afición entregada a la causa, en la mejor entrada que se registraba en La Romareda desde hace dos años y medio. Concretamente, desde aquel partido de febrero de 2020 ante el Depor, justo antes de la pandemia. Juntos, equipo y afición, vibraron… y también sufrieron, aunque casi más con la actuación arbitral, desquiciante a veces, que con un Sporting con poca pólvora.

Los dos triunfos seguidos del conjunto aragonés parecen poner fin al mal comienzo de campaña que hacía temer la repetición de una temporada como la anterior, en la que la falta de victorias al inicio arrastró al equipo a sufrir durante muchas jornadas, tendencia que parece haber cambiado tras superar al conjunto asturiano.

El equipo de Juan Carlos Carcedo ha roto el estigma de no ganar en casa gracias a su seguridad defensiva y a una clara mejoría en ataque que ya se evidenció contra la Ponferradina, aunque sigue pendiente la asignatura del gol porque pudo haber dejado sentenciado el encuentro en la primera mitad si hubiera tenido un mínimo de puntería.

El dominio de los locales fue total y absoluto en los primeros 45 minutos en los que llegó a tener la posesión del balón el 68 % del tiempo y a diferencia de otras ocasiones en las que se repitió este patrón, en esta ocasión amasar el balón le permitió también acumular numerosas ocasiones de gol aunque lo que sí se repitió fue la falta de efectividad en el remate al marco de Diego Mariño. Ya desde el principio el conjunto de Juan Carlos Carcedo fue capaz de llegar con asiduidad y con peligro a la meta del Sporting siendo la primera oportunidad una declaración de intenciones de lo que ocurrió a continuación, pues Manu Molina envió un remate al larguero en el minuto 7.

A partir de ahí el juego se convirtió en un monólogo 'blanquillo' que, moviendo bien el balón, aunque en algunas ocasiones con cierta lentitud, sumó ocasión tras ocasión aunque con el punto de mira desviado en la mayoría de ellas. El conjunto de Abelardo, entretanto, pareció contentarse durante muchos minutos con defenderse de las acometidas locales y en ataque no existió porque las escasas contras que intentó montar fueron desbaratadas con acierto por el equipo maño.

Solo apareció en los minutos 23 y 24 con sendos remates, uno de cabeza de José Gragera que paró sin problemas Cristian Álvarez y otro desviado de Uros Djordjevic 'Djuka' que parecían un aviso, aunque solo fue un espejismo.

Tras el doble susto, el equipo aragonés retomó el mando y en el tramo final hizo sufrir al conjunto del Principado con varias oportunidades más, siendo la más clara un remate raso desde fuera del área de Sergio Bermejo que rechazó con apuros Mariño junto al poste.

Lo que no había podido lograr el Real Zaragoza en toda la primera mitad, marcar, lo hizo en la primera opción que tuvo en la segunda, en el minuto 51, gracias a una contra vertiginosa que culminó Víctor Mollejo, aunque la celebración llegó con retardo porque la jugada tuvo que ser revisada por el VAR. Ya no son de Giulano todos los goles del equipo. Por fin ha aparecido otro anotador, Mollejo, que se reivindicó con el tanto y su pelea contínua.

El gol cambió algo el rostro del partido porque el Sporting se decidió a buscar el empate y con una imagen muy distinta al primer periodo fue capaz de tratar de tú a tú al equipo aragonés dominando y llegando con peligro a la meta local en un par de ocasiones, aunque el Real Zaragoza, en general se defendió bien, le contestó a la contra y pudo haber sentenciado el encuentro, también en sendas oportunidades. No hubo más tantos, pero el gol de Mollejo terminó valiendo e hizo justicia a lo visto en el terreno de juego.

Real Zaragoza: Cristian, Gabi F., Jair Jr., Jaume, Bermejo (Puche, 76'), Vada (Larra, 76'), Fran Gámez, Giuliano (Iván, 83'), Manu Molina (Petrovic, 89'), Lluís López, Mollejo (Francho, 76').

Real Sporting: Mariño, Rosas, Insua (Bamba, 72'), Gragera, Aitor (Queipo, 65'), Pedro Díaz, Zarfino (Cristo, 72'), Juan, Djuka (Milovanovic, 65'), Izquierdoz, Diego.

Goles: 1-0; Mollejo (min. 51).

Árbitro: De la Fuente Ramos (comité castellano-leonés). Amonestó a Fran Gámez (min. 81), Lluís López (min. 98) por parte del Real Zaragoza y a Insua (min. 34), Pedro Díaz (min. 68), Rosas (min. 95), Cristo (min. 98) por parte del Real Sporting.

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