El Obispo de Teruel y Albarracín, sobre el fallecimiento del Papa Francisco: "Ha procurado que todos nos sintamos a gusto dentro de la Iglesia"

La Iglesia que peregrina en Aragón se ha unido en oración y en profundo dolor por el fallecimiento de Su Santidad el Papa Francisco, pastor universal y testigo incansable del Evangelio en nuestro tiempo.

A través de un comunicado, han agradecido a Dios por el don de su vida y por su fecundo ministerio al frente de la Iglesia, marcado por una inquebrantable entrega a los más pobres, una palabra profética en favor de la paz y la justicia, y una mirada siempre misericordiosa hacia todos. Su testimonio de sencillez, cercanía y esperanza permanecerá como faro luminoso en el camino sinodal que vivimos.

Se encomiendan al Señor Resucitado, confiando en que el Papa Francisco ha sido recibido en la casa del Padre con las palabras: “Siervo bueno y fiel, entra en el gozo de tu Señor” (Mt 25,21).

Unidos al Santo Pueblo fiel de Dios en todo el mundo, pedimos por el eterno descanso de su alma y renovamos nuestro compromiso de seguir construyendo una Iglesia pobre para los pobres, como él soñó.

 "Ha procurado que todos nos sintamos a gusto dentro de la Iglesia"  

En esta línea ha hablado el Obispo de Teruel y Albarracín, don José Antonio Satué. Ha resaltado el papel pastoral e inclusivo del Papa Francisco. Lo ha descrito como un padre que ha procurado que todos los miembros de la Iglesia se sientan acogidos, cómodos y partícipes en su vida y misión. En especial, ha subrayado la preocupación del Papa por los pobres y por aquellos que se han sentido marginados o rechazados por la misma institución eclesial. Para él, Francisco no solo fue un líder religioso, sino también un puente de unión entre quienes han estado en los márgenes.

Para monseñor Satué, en un mundo atravesado por crisis y complejidades, el Papa Francisco se consolidó como un referente ético de talla internacional. Su figura trascendió las ideologías y credos, siendo reconocido por personas de todas las convicciones. Su mensaje de compasión, justicia y fraternidad resonó más allá del ámbito religioso, convirtiéndolo en un faro moral universal.

El obispo de la Diócesis de Teruel y Albarracín ha concluido su mensaje con una declaración de fe: la muerte del Papa Francisco se asume desde la confianza en Dios y en su providencia. Él cree firmemente que Dios ha acompañado al Papa en cada etapa de su vida y que también lo acoge ahora, en su paso final. Además, anima a los fieles de Teruel y Albarracín a vivir este momento desde la oración, expresando tanto el dolor como la gratitud. Pide que se mantenga viva la esperanza y que este acontecimiento sirva para fortalecer la unidad dentro de la Iglesia, tal como siempre deseó el Papa Francisco.