La denominada cultura de los bares, tiene unas profundas raíces en la ciudad Sevilla, aunque la crisis del coronavirus ha asestado un gran mazazo a los numerosos establecimientos de restauración que se reparten a lo largo y ancho de toda la capital hispalense.

Así, ante las limitaciones y restricciones impuestas desde el Gobierno para prevenir el contagio por coronavirus y que la pandemia no sigua extendiéndose, los propietarios de dichos negocios le están teniendo que echar imaginación para atraer de nuevo a la clientela.

Y para esto, hay una cosa que se va a convertir en fundamental: el grado de seguridad que se le aporte al cliente.

Si tenemos en cuenta que una de las principales forma de contagio es por cercanía y por contacto directo, en un bar de Cuesta del Rosario, en pleno centro de la ciudad, han pensado que si no hay camarero no y contacto y por lo tanto hay mayor seguridad.

Lógicamente, lo que no hay es camarero humano. Éste ha sido sustituido por un camarero ‘autómata’ de nombre Macco. Un robot cuyo primer diseñado se presentó 2013 y que este pasado 2019 vio la luz en su nueva y totalmente renovada versión, y que ‘tira’ cervezas casi perfectas.

De esta manera, se sigue prestando servicio a los clientes, adaptándose a los nuevos hábitos que vamos a tener que adoptar obligados por el coronavirus.

Ciertamente se reduce el peligro de contagio, al evitar el contacto entre camarero y clientes, pero, no es menos verdad que se pierde esa gracia de servir una buena caña con el ‘ange’ de los camareros sevillano.

---

También te puede interesar:

• El ‘recadito’ de José Manuel Soto a Pablo Iglesias: “Vende el chalé, reparte todo entre los más necesitados”
• Espectacular persecución de dos ladrones pillados ‘in fraganti’ tras el robo a un banco
• La tila nos ayuda a dormir, pero estas son las otras propiedades que tiene y que seguro desconoces