"Desde Roldán nadie había manchado así a la Guardia Civil". Estas fueron las palabras pronunciadas en el día de ayer en el Congreso de los Diputados por el presidente del PP y líder de la oposición, Pablo Casado, tras el cese del coronel Diego Pérez de los Cobos por parte del ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska. Pero, ¿quién es Luis Roldán?

ROLDÁN, EL HOMBRE QUE ENGAÑÓ A TODOS

Según el currículum que el mismo esgrimía, Luis Roldán era ingeniero, licenciado en ciencias empresariales y máster en Economía, aunque muchos años después, cuando comenzaron a conocerse los escándalos y turbios asuntos en los que estaba involucrado, se averiguó que era falso. Había engañado a todos.

Roldán fue nombrado en 1986 por el Gobierno del socialista Felipe González, Director General de la Guardia Civil. Justo diez años atrás, en 1976, había ingresado en el PSOE. Antes de llegar a este cargo, Roldán había ocupado durante cuatro años la Delegación del Gobierno en Navarra.

Con su nombramiento, Luis Roldán se convertía en el primer civil en ocupar la dirección de este cuerpo policial, cargo en el que se mantuvo durante siete años, en lo que parecía una trayectoria intachable y muy prometedora. De hecho, durante este periodo encabezó importantes y necesarias reformas dentro de la Benemérita para actualizarla a la época, al tiempo que sumó grandes logros en la lucha contra el terrorismo de ETA, como la desarticulación de una de sus ‘cúpulas’ en Bidart (Francia), encabezada por el buscado ‘Artapalo’.

UN FUGA DE PELÍCULA CON ESPÍAS INCLUIDOS

Pero el 3 de diciembre de 1993 se vio obligado a presentar su dimisión, tras salir a la luz el elevado patrimonio que había conseguido amasar de la nada, cercano a los 1.800 millones de pesetas, cantidad imposible de reunir, viniendo de una familia media, su padre era taxista, en tan corto espacio de tiempo y con un sueldo que, en esa época donde atravesaba su mejor momento, rondaba las 600.000 pesetas mensuales.

Y a partir de aquí se fueron sucediendo los acontecimientos como si de una película policíaca se tratase y en la que no faltaron, incluso, los espías. Así, el 17 de febrero de 1994 el Congreso aprobó por unanimidad la creación de una comisión de investigación para aclarar la gestión de Roldán al frente de la Guardia Civil, iniciando sus investigaciones el 10 de marzo.

El 21 de abril, el PSOE lo suspende de militancia hasta que se resuelva el caso. Sólo seis días después, la Fiscalía solicitó a la jueza instructora del sumario la retirada del pasaporte a Luis Roldán, para evitar un posible intento de huida. Dos días más tarde debía de comparecer ante el juzgado de instrucción número 16 de la capital, pero no aparece, por lo que su titular dictó orden de detención contra él. En ese momento, parecía que la tierra se lo había tragado.

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Tal fue el escándalo por su fuga que el entonces ministro del Interior, Antonio Asunción, tuvo que presentar la dimisión, asumiendo así la responsabilidad absoluta de su fuga.

Su sustituto fue Juan Alberto Belloch, cuyo primer encargo fue encontrar, como fuese y a toda costa, al ex director de la Guardia Civil, que se ha había convertido en el prófugo más famoso de la historia de la democracia en España. La prioridad de encontrar a Roldán era máxima para el Gobierno de González, que estaba a las puertas de unas elecciones y con varios escándalos más, como la guerra sucia del GAL contra ETA, convirtiendo la legislatura en un auténtico suplicio para el socialista.

Para ello, llevaron a cabo un despliegue sin precedentes, en el que participaron casi 150 funcionarios, más de medio centenar de agentes de las policías de nueve países y siete agentes de la Interpol; y donde utilizaron, entre otros medios, un helicóptero, una quincena de coches, una furgoneta y una decena de motocicletas, llegando a realizar operaciones en once países de todo el mundo.

Finalmente, tras ser localizado en la península de Indochina, cercado en Kuala Lumpur (Malasia) y Vientiane (Laos), fue apresado en el aeropuerto de la capital de Tailandia, Bangkok, el 27 de febrero de 1995.

CONDENADO A 31 AÑOS DE CÁRCEL Y SIN RASTRO DEL DINERO

En 1998, tras un largo juicio, fue condenado a 28 años de prisión, que se ampliaron posteriormente a 31, de los que, finalmente cumplió sólo 15 años.

Eso sí, como en otros muchos casos de corrupción en España, Roldán cumplió su condena, pero nada se sabe del paradero de esos más de 10 millones de euros, que consiguió amasar de manera totalmente ilícita.

Este caso fue llevado incluso al cine, en la película dirigida por Alberto Rodríguez Librero “El hombre de las mil caras”, estrenada en septiembre de 2016 en el Festival Internacional de Cine de San Sebastián y en la que Carlos Santos, que interpretó a Luis Roldán, se llevó el Goya 2016 al mejor actor revelación.

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