Una psicóloga señala las "señales de auxilio" a las que debes prestar atención para saber si tu hijo sufre acoso en el colegio
Detrás de un cambio de comportamiento de nuestros hijos, puede haber una llamada de socorro

¿Qué hay detrás de un cambio de comportamiento de nuestros hijos? Debemos estar muy alerta a sus llamadas de socorro silenciosas
Sevilla - Publicado el - Actualizado
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De pronto, todo cambia. No parecen los mismos. Se muestran irritables, introvertidos y con angustia. Incluso pueden presentar problemas intestinales, vómitos o diarreas. ¿Cómo debemos actuar los padres cuando nuestros hijos menores se muestran así?
Según los expertos, este comportamiento es un SOS, un grito mudo, una llamada de auxilio. “Cuando nuestros hijos cambian su comportamiento, hay siempre un motivo. Y ese motivo puede estar relacionado con el acoso”.
EL 90% DE LOS ACOSOS, IMPUNES
España es el país del mundo con un índice más alto de acoso escolar, por encima de otros países como México y Estados Unidos. Y hay un dato preocupante: “El 90% de los casos de bullying quedan impunes”, según datos de la Asociación Española para la Prevención del Acoso Escolar.
En COPE Andalucía hemos hablado con Laura Esteban, es directora del Máster de psicología general sanitaria de la Universidad Loyola Andalucía. Nos da algunas claves para detectar si nuestro hijo está sufriendo acoso en el colegio.
¿CUÁNDO ES ACOSO?
En primer lugar, para saber si nuestros hijos sufren acoso, es clave saber qué es el acoso. "El acoso es una agresión intencionada a una persona, que se mantiene prolongada en el tiempo. El objetivo es hacer daño a otra persona y el acoso se da en personas que se sienten con poder para avasallar a otra persona. Puede ser físico, verbal o sexual".
Además, hay un acoso que está en auge, y es el ciberacoso entre los adolescentes: “Entre los acosos más comunes, está coger una foto de un compañero, retocarla para distribuirla a través de las redes sociales. También hay acosadores que transmiten bulos de otros compañeros por las redes sociales".
PISTAS PARA AYUDAR A NUESTROS HIJOS
Hay señales de que nuestro hijo está siendo agredido por sus compañeros. En algunos casos son muy sutiles: “Por eso es importante que conozcamos a nuestros hijos. Se niega a subir en el transporte escolar, busca estar en compañía de una persona adulta, podemos encontrar cambios en su estado de ánimo.”
Otra pista que nos dan nuestros hijos cuando son víctimas de acoso. Según los expertos, comienzan a descuidar los deberes o pierden el interés en las actividades que le parecían entretenidas.
ESCUCHAR SÍ, PRESIONAR NO
Para que nuestros hijos se abran con nosotros y nos cuenten qué les pasa, la confianza es clave: “no sólo en el momento en el que empecemos a sospechar. Si hemos creado una relación con nuestros hijos basada en la confianza, será muy fácil que en un momento así se abran con nosotros. De lo contrario, será muy difícil que en un momento tan complicado para ellos se abran con un adulto”.

Educar a nuestros hijos en un clima de confianza les ayudará a compartir su angustia ante un caso de acoso
Pensemos en un niño de diez años. De nueve. De doce. “No tiene las herramientas para gestionar una situación como esta. Por eso necesita la ayuda de un adulto. Por eso el trabajo de profesores y padres es muy importante. Si se acercan al niño, pueden detectar que algo le ocurre. Y hay que hacerlo siempre con actitud de escucha. Sin presionarlo”
CUANDO NUESTRO HIJO ES EL ACOSADOR
Pero, ¿Y si en casa vive con nosotros un acosador y ese acosador es nuestro hijo? ¿Cómo podemos averiguarlo? Los estudios aseguran que en cualquier momento de nuestra vida, todos podemos ser víctimas o personas que acosan.
¿Cómo deben reaccionar los padres con un niño que acosa a otros compañeros? “Hay padres que se echan las manos a la cabeza porque no se pueden creer que su hijo le esté haciendo daño a alguien porque en casa se muestra totalmente inocente."
Hay niños que se muestran inocentes en casa y en el colegio se transforman
Directora del Máster de psicología general sanitaria de la Universidad Loyola Andalucía
Según la psicóloga Laura Esteban, las personas que acosan, tienen un rasgo en común, la falta de empatía: “Ese saber que le estás haciendo daño a otra persona y te está dando igual. Esas personas son incapaces de ponerse en la piel de otro y entender su dolor.”
Además, los niños acosadores también se muestran rebeldes con las normas y las instrucciones. “Esa rebeldía con la autoridad en general también se ha asociado con características de personas que acosan.”
conflicto no es igual a violencia
También suelen ser niños con circunstancias personales difíciles. “Una forma de canalizar lo que sienten es acosando a otros niños”. Los expertos dicen que detrás del comportamiento de un niño acosador puede aparecer la falta de habilidades sociales: “Si yo no sé cómo pedirte un lápiz, y a mí me funciona que me lo des dando un empujón, así lo haré”.

Los niños víctimas de acoso pueden perder el interés en actividades que antes les resultaban divertidas
La buena noticia es que la falta de habilidades sociales se puede entrenar. “Hay talleres para que los niños aprendan a tener habilidades sociales. Muchas veces se confunde el conflicto con el acoso o la violencia. El conflicto es bueno, pero hay que tener herramientas para resolverlo, y esas herramientas tienen que venir siempre a través de la palabra".
CADA VEZ MÁS CHICAS ACOSADORAS
El entorno que hay en el colegio con otros niños también es importante: “Si el acosador se ríe de un niño y el resto se ríe del acoso, el acosador se sentirá respaldado y volverá a hacerlo. Si a ningún otro compañero le hace gracia, puede verse aislado y cambiar su comportamiento”.
Y hay algo en lo que coinciden los expertos: Preocupa mucho cómo está aumentando el número de chicas acosadoras y cómo los acosos son cada vez más difíciles de ver. Son sutiles incluso para la propia víctima.