Pedro Luis Bardón, el inspector de la Policía Nacional de Málaga que ha pasado un año y dos meses de su vida volando: “Jamás soñé con alcanzar las 10.000 horas de vuelo”
Este veterano de la Policía Nacional lleva jubilado solo unos días y ya echa de menos los mandos del helicóptero, mandos que ha pilotado durante 38 años

Málaga - Publicado el
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Ha dedicado 43 años al servicio de la Policía Nacional, 38 de ellos pilotando helicópteros. Desde la base aérea de Málaga ha sobrevolado la Costa del Sol miles de veces, participado en operaciones de rescate, persecuciones, rodajes de cine y misiones antiterroristas. Hoy, a sus 65 años y con más de 10.000 horas de vuelo, Pedro Luis Bardón se despide de su helicóptero y de una vida entera mirando el mundo desde el cielo.
La historia de este inspector jefe, que se jubila tras más de cuatro décadas en activo, ha sido contada en ‘Herrera en COPE MÁS Málaga’, donde el propio Bardón reconocía emocionado: “No había hecho los cálculos, pero es cierto: he pasado un año y dos meses volando sin tocar tierra. Jamás soñé con alcanzar las 10.000 horas de vuelo”.
Un récord en la historia de la Policía Nacional
Pedro Luis Bardón es jefe de la Unidad Aérea de la Policía Nacional en Málaga, una de las bases más activas del país. En sus palabras, “en la Policía nadie ha llegado a ese número de horas; es muy difícil que alguien pueda alcanzarlo”.

Pedro Luis Bardón, el inspector de la Policía Nacional de Málaga que ha pasado un año y dos meses de su vida volando: “Jamás soñé con alcanzar las 10.000 horas de vuelo”
El motivo, explica, está en que Málaga ha sido tradicionalmente uno de los puntos donde más vuela la Policía, por su ubicación estratégica y su papel esencial en la seguridad de la Costa del Sol. “Aquí confluyen muchos intereses (turismo, tráfico de personas, estupefacientes) y eso hace que el helicóptero salga prácticamente todos los días”, detalla el inspector Bardón en los micrófonos de COPE.
"En el año 88 estábamos a atraco diario. Luego conseguimos pasar a atraco semanal, después mensual, y ahora, afortunadamente, eso ya se ha olvidado”
Inspector jefe Unidad Aérea Policía Nacional
Desde su cabina, Bardón ha visto de todo: amaneceres sobre el Mediterráneo, persecuciones a alta velocidad, rescates imposibles y operaciones de vigilancia discreta. “Nuestro trabajo tiene dos objetivos: enterarnos de todo lo que pasa en tierra, y que la gente sepa que estamos ahí. Que el ciudadano sienta tranquilidad al vernos, y que el delincuente sepa que no puede campar a sus anchas”, resume.
La seguridad, también desde el aire
La labor de la unidad aérea no se limita a vigilar el cielo. También tiene una función preventiva y psicológica. “Transmitimos la sensación subjetiva de seguridad”, explica Bardón. “Nuestra presencia disuade, evita delitos y recuerda que la Policía está siempre alerta”.

Pedro Luis Bardón, el inspector de la Policía Nacional de Málaga que ha pasado un año y dos meses de su vida volando: “Jamás soñé con alcanzar las 10.000 horas de vuelo”
Durante la conversación, el agente recuerda que durante los años 80 y 90, sus vuelos diarios tenían un objetivo muy distinto al actual: prevenir el terrorismo. “En el año 86, 87, 88, despegábamos a las seis o siete de la mañana en vuelos antiterroristas. Era una labor disuasoria de primer orden”, recuerda.
Por aquella época, Málaga vivía además una ola de atracos a bancos y joyerías. “En el año 88 estábamos a atraco diario. Luego conseguimos pasar a atraco semanal, después mensual, y ahora, afortunadamente, eso ya se ha olvidado”, comenta con orgullo.
La Costa del Sol, un cielo de vigilancia constante
El 80 % de los vuelos de la unidad aérea se concentran en la provincia de Málaga y su costa. “Cubrimos Andalucía Oriental (Granada, Almería, Jaén y Málaga) pero nuestra atención principal está aquí. La Costa del Sol es un punto clave, y la seguridad es uno de los factores que más valoran quienes nos visitan”, explica Bardón.

Pedro Luis Bardón, el inspector de la Policía Nacional de Málaga que ha pasado un año y dos meses de su vida volando: “Jamás soñé con alcanzar las 10.000 horas de vuelo”
La presencia de la Policía Nacional en el aire es continua, tanto de día como de noche. En muchas ocasiones, los malagueños observan el helicóptero y se preguntan qué ocurre. A veces, nada extraordinario: “Puede que simplemente salgamos para que se nos vea, para reforzar esa sensación de seguridad”, cuenta.
Pero también hay operaciones que nadie ve ni oye. “Tenemos dispositivos de captación de imágenes, transmisión y localización de última tecnología. Hay vuelos en los que no se nos ve, pero estamos arriba, apoyando investigaciones o siguiendo a objetivos concretos sin que se enteren”, revela el inspector.
De los atracos a los tiroteos: la delincuencia que cambia
El veterano piloto ha sido testigo directo de cómo ha cambiado la delincuencia en Málaga. “Antes teníamos atracos diarios; ahora, por desgracia, lo que más se escucha son tiroteos o ajustes de cuentas”, lamenta.
En esos casos, la coordinación con las unidades de investigación es esencial: “Nos piden imágenes, seguimientos, localizaciones... y nosotros les damos apoyo desde el aire. Te puedo asegurar que el grado de eficacia en Málaga es altísimo. Aquí es raro que haya una banda o grupo criminal del que no se tenga información. Y si no se sabe, es cuestión de días”, afirma con contundencia.
“Tenemos dispositivos de captación de imágenes, transmisión y localización de última tecnología. Hay vuelos en los que no se nos ve, pero estamos arriba, apoyando investigaciones o siguiendo a objetivos concretos sin que se enteren”
Inspector jefe Unidad Aérea Policía Nacional
“Los rescates son los vuelos más gratificantes”
Aunque ha participado en operaciones de gran trascendencia, como interceptaciones de droga o seguimientos de delincuentes, Pedro Luis Bardón lo tiene claro: “Los vuelos más satisfactorios siempre son los humanitarios”.
Recuerda rescates de senderistas perdidos, niños arrastrados por el viento con tablas de windsurf o personas desaparecidas en zonas montañosas. “Durante muchos años fuimos el único helicóptero operativo en la zona. Terminábamos la labor policial entre semana y el fin de semana seguíamos rescatando a gente. Por eso tengo tantas horas acumuladas”, confiesa con orgullo.
Del cielo al cine: su participación en LA PELÍCULA 'El Niño '
Entre las muchas experiencias vividas, una de las más curiosas fue su participación en el rodaje de la película El Niño (2014), del director Daniel Monzón. El helicóptero que aparece persiguiendo las lanchas de los narcotraficantes era el suyo. “Lo que hicimos en la película fue grabar lo que hacemos en nuestro trabajo real. Daniel lo planificó como un auténtico jefe de operaciones”, cuenta.
El piloto recuerda la sorpresa inicial al conocer al equipo de rodaje: “Yo pensaba que eran un grupo de aficionados. Cuando vi a 40 personas en pantalones cortos sin orden ni concierto, me dije: esto no puede ser serio. Pero en cuanto el director dio la orden, todos se alinearon. Aquello era una máquina perfectamente engrasada”.
De aquella experiencia cinematográfica, Bardón se llevó algo más que recuerdos: “Algunos de los medios técnicos que usaban en el rodaje los implementamos después en nuestro helicóptero. De hecho, aún los tenemos”, confiesa divertido.
Y también alguna anécdota tensa: “La primera escena que rodábamos era en Algeciras y había un policía corrupto. Cuando alguien del equipo de Monzón gritó 'a ver, vamos a rodar... ¿dónde está el policía corrupto'?, yo me puse delante y dije: no se graba nada. Llamé a Madrid. Le dije al director que en mi helicóptero no se filmaba a un policía corrupto. Luego me explicó la trama de la película y, bueno, se entendió. Pero aquel día casi se suspende el rodaje”, recuerda entre risas.
“Lo cambiaré por el mundo náutico”
El inspector Pedro Luis Bardón se jubila tras 43 años de servicio y 38 como piloto. En su despedida, sus compañeros le rindieron un emotivo homenaje el pasado Día de la Policía, de pie y con aplausos. “Fue impresionante, muy emocionante", cuenta en ‘Herrera en COPE MÁS Málaga’.
¿Lo echará de menos? Él lo tiene claro: “Voy a cambiar el mundo aeronáutico por el náutico”. Su nuevo horizonte ya no estará en el aire, sino sobre el mar. Pero su legado, como el del helicóptero de la Policía Nacional que tantas veces hemos visto sobrevolar la Costa del Sol, seguirá en la memoria de todos los que miramos al cielo con respeto y tranquilidad. Feliz jubilación inspector.



