A día de hoy, el aeropuerto de Málaga-Costa del Sol funciona al diez por ciento de lo habitual en esta época del año. Por ejemplo, este lunes operan entre 30 y 40 vuelos (entre llegadas y salidas), cuando lo habitual en un día de finales de junio sería tener unas 300 operaciones diarias.

Se espera que a partir de mediados de esta semana, la situación comience a remontar y que la llegada del mes de julio suponga, como poco, unos cien vuelos diarios. Pedro Bendala es el director del aeropuerto que comentaba este mediodía en una entrevista en COPE Málaga que, “vivimos en un mundo de gran incertidumbre, decimos que a partir del 1 de julio tendremos unos 100 vuelos, que de la segunda quincena este número crecerá y a final de mes sería del doble o el triple. La incertidumbre es alta, ya que las compañías no solo tienen que programar vuelos, si no ver las respuestas de los pasajeros a esas ofertas en el mercado”, subrayó.

20 MILLONES

Por tanto, resulta complicado predecir con qué volumen de pasajeros va a cerrar este año 2020 el aeropuerto. Lo que sí está claro es que no se podrá llegar a la ansiada cifra de 20 millones de viajeros anuales (que se habría alcanzado de no ser por la crisis del coronavirus). Una crisis que obliga a mantener controles como la toma de la temperatura a los pasajeros, señalización con las distancias de seguridad, mamparas o, hidrogeles, “son suficientes y son importantes, el viajar lo vamos a incorporar a nuestras vidas, pero si el formato ha cambiado, el mascarilla es una obligación y un derecho también del pasajero, usar mamparas para proteger a pasajeros o trabajadores, es un formato nuevo y demás, pero seguiremos viajando como hasta ahora”, comenta.

El director del aeropuerto explica además la importancia de la medida de control que se aplica a algunos viajeros muy concretos, “todo pasajero que venga de un vuelo internacional aquí a Málaga queda identificado, quien es, como puede ponerse en contacto, si hubiera un caso de rebrote quedaría localizado y aislado, es lo que querremos enviar a modo de tranquilidad”, señala.

FRONTERAS ABIERTAS

Actualmente, por cierto, el aeropuerto de Málaga tiene abiertas las fronteras con otros países de Europa. El recinto ha vivido semanas de escasísima afluencia, solo con vuelos de emergencia y aviones muy vacíos. Un aeropuerto además con escasa presencia de trabajadores durante ese tiempo, “hemos visto que muchos trabajadores han estado durante los meses del estado de alarma en el aeropuerto. Pero poco a poco hemos visto las tarjetas de identificación que es la que llevamos todos los trabajadores del aeropuerto y todos los días se incorporan trabajadores que recuperan su puesto de trabajo. Todos lo días se van incorporando trabajadores a su puesto laboral”, señala Bendala.

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