La familia en el deporte: el factor decisivo que impulsa o frena la carrera de los atletas

El papel de la familia es importantísimo no solo en la responsabilidad, sino también en el disfrute de la práctica deportiva. Así lo explica la psicóloga deportiva Alba López, del gabinete Psycoinvisible, en el espacio de "Psicología deportiva" de Deportes COPE Málaga. La experta sostiene que los padres deben actuar como un termostato más que como un termómetro, ayudando a regular el estado anímico del deportista para que pueda afrontar con más tranquilidad los altibajos y dificultades inherentes a su carrera.

El coche, un diván improvisado

Uno de los momentos más delicados se produce en el coche de vuelta a casa tras un partido o entrenamiento. Este trayecto se convierte a menudo en un diván improvisado donde el deportista está "desnudo por completo, espiritualmente hablando", pero también puede ser un foco de tensión. López advierte del riesgo de convertir ese espacio en un lugar para el "análisis técnico táctico" o el reproche inmediato.

La recomendación de la psicóloga es clara: el momento postcompetición en el coche "debe ser muy tranquilo", permitiendo que el deportista gestione su "regulación emocional" sin presiones. "Entendemos que el deportista puede estar más nervioso por el resultado, pero la familia no debe calentarse con él", señala López. Es preferible dejar el análisis para el día siguiente y abordarlo a través de preguntas sobre sus sensaciones.

Del apoyo a la presión desmedida

Existen dos vertientes en el comportamiento familiar: la que presiona en exceso, como se refleja en películas como la de las hermanas Williams, y la que ofrece un apoyo incondicional. Alba López aboga por esta segunda vía: "hay que apoyar constantemente", pues el deportista ya soporta una gran presión competitiva. La clave es hacer de la casa un lugar seguro donde se pueda "hablar absolutamente de todo", desde el cansancio hasta la frustración.

El deportista siempre quiere hacerlo bien"

Alba López

Psicóloga deportiva

Para ello, los padres deben cambiar el foco de sus preguntas, pasando del "¿has ganado o has perdido?" al "¿qué has aprendido hoy?". Según la psicóloga, "el deportista siempre quiere hacerlo bien", y una presión constante por ganar puede provocar el abandono deportivo prematuro, especialmente en la franja de los 17 y 18 años. El objetivo es inculcar responsabilidad en hábitos como los estudios y el descanso, pero sin que la victoria sea el único baremo.

En la élite, cuando el deportista se convierte en el sustento de la familia, la honestidad se vuelve crucial y, a la vez, más complicada. Es "superimportante" que el atleta profesional se rodee de un equipo de confianza que le diga la verdad. López cita una entrevista de Marcelo con Jorge Valdano, donde el futbolista se mostraba orgulloso de que en su casa "le han podido dejar muy claro lo que ha hecho mal", fomentando así la crítica constructiva.

En este contexto surgen ejemplos como el del padre de Lamine Yamal, que representa un modelo diferente. Sin embargo, la psicóloga advierte que lo que muestran las noticias "a lo mejor no es todo el 100 por 100 lo que se ve en una familia", y recuerda que cada deportista y entorno tienen sus particularidades. "Cada momento tiene su punto de influencia", subraya.

Finalmente, López destaca la importancia de que la familia anime a los deportistas a hablar con sus entrenadores. Esta comunicación directa puede aclarar malentendidos y evitar "conflictos internos" en el jugador. En este proceso, el psicólogo puede actuar como un nexo entre el deportista, la familia y el cuerpo técnico para alinear objetivos y mejorar el bienestar del atleta.