Tus ojos, los grandes olvidados cuando llega el frío: la guía definitiva para protegerlos

Con la llegada del invierno a la vuelta de la esquina, los días se acortan y el frío se vuelve más intenso. En esta estación, los ojos se convierten en uno de los grandes olvidados, a pesar de que factores como el aire frío y seco, los cambios bruscos de temperatura y las largas horas frente a las pantallas crean el escenario perfecto para la irritación ocular.

Hidratación: por dentro y por fuera

Para combatir estos efectos, la hidratación es fundamental. En invierno se tiende a beber menos agua, lo que el cuerpo y, especialmente, los ojos notan. Mantener una correcta lubricación ocular es clave para evitar la sensación de sequedad. Además, las gafas actúan como un escudo contra el viento, impidiendo que la lágrima natural se evapore.

El enemigo en casa: calefacción y pantallas

Dentro de casa, la situación no mejora debido a la calefacción, que convierte el ambiente en un entorno seco. Para contrarrestarlo, es útil emplear un humidificador o colocar recipientes con agua cerca de los radiadores, una medida que puede marcar la diferencia.

En un entorno dominado por la tecnología, es vital recordar la regla 20-20-20 para sobrevivir al invierno digital. Este método consiste en apartar la vista de la pantalla cada 20 minutos, enfocar un punto lejano durante 20 segundos y relajar así la musculatura ocular.

Pequeños gestos que marcan la diferencia

Otros gestos sencillos también contribuyen al cuidado ocular. Proteger la piel de los párpados y las pestañas con una crema hidratante suave ayuda a mantener su flexibilidad. Si la sequedad persiste, el uso de lágrimas artificiales o la aplicación de compresas tibias por la noche pueden proporcionar un alivio inmediato.

Finalmente, se recomienda ventilar las estancias sin exponerse directamente al frío, evitar frotarse los ojos con las manos y limitar el uso de lentillas en días especialmente secos. Ante cualquier molestia persistente, es fundamental acudir al oftalmólogo, ya que la prevención es la mejor herramienta para disfrutar del invierno con una visión saludable.