Éxito rotundo para el tenis de mesa linarense en La Nucía con títulos cadete y medallas en dobles

La emoción y el talento se apoderaron de la pista en los Campeonatos de España de Tenis de Mesa que se están celebrando en La Nucía. Después de las grandes actuaciones de los más pequeños la semana pasada, hoy los cadetes han brillado con luz propia. Sara Suárez y Alberto López se coronaron campeones de España en la categoría cadete individual, y además sumaron medallas en dobles: un bronce juntos y una plata para Alberto en dobles mixtos junto a David Durán, de Sevilla.

Sara, que esta temporada defiende los colores del CD Indiana Games Linares, y Alberto, jugador del Temesa Demoliciones Ciudad Real, han forjado gran parte de su éxito entrenando en el Centro de Tecnificación de Linares, el CEDDA. Alberto lleva ya tres años formándose allí, mientras que Sara acaba de completar su segundo curso. Esta institución no solo busca formar grandes jugadores, sino también personas íntegros y excelentes estudiantes. Pero como ellos mismos han demostrado, querían más: querían ser campeones, y lo han conseguido con creces.

Aunque hoy los focos brillaron sobre Sara y Alberto, no podemos olvidar el magnífico trabajo del resto de jugadores y jugadoras que alcanzaron los cuartos de final en diversas categorías. El Centro de Tecnificación de Linares continúa demostrando su excelencia con resultados que hablan por sí solos.

En la final masculina, Alberto López dominó a Cristian Sánchez, de Marbella, con un contundente 3-0, reflejo de su superioridad durante todo el torneo. Por su parte, Sara Suárez protagonizó un duelo vibrante frente a la gallega Candela Montero. Con una bola de partido en el cuarto set, la emoción se prolongó hasta el quinto, donde Sara llegó a tener ventaja 10-6. Montero reaccionó y logró remontar para disponer de bola de campeonato, pero la linarense supo reponerse y se proclamó campeona con un ajustado 14-12.

Aún quedan las pruebas por equipos, y nadie sabe si los éxitos para Linares terminarán aquí. La constancia, el sacrificio y el trabajo de los entrenadores y directivos están dejando una huella imborrable en estos jóvenes talentos, y las alegrías que están viviendo son el justo premio a todo ese esfuerzo.