La Guardia Civil intensifica el control en Pinos Puente mientras investiga el motivo de la explosión
El cadáver hallado en Calahonda podría pertenecer al tripulante de un carguero que cayó al mar

Pedro Fernández, delegado del Gobierno
Granada - Publicado el
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La Guardia Civil está investigando las circunstancias de la explosión en una instalación telefónica en un bloque de pisos en Pinos Puente (Granada) el pasado martes por la noche, con cuatro personas afectadas por inhalación de humo, y ha intensificado los controles en la localidad para "erradicar" cualquier "acción violenta" que pudiera darse.
El delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, ha explicado a preguntas de los periodistas que especialistas en desactivación de explosivos (Tedax) han rastreado la zona para averiguar si había algún tipo de explosivo que provocara esa explosión en el bloque, donde también se produjo un incendio.
Ha explicado que sobre este asunto "va a haber una investigación inmediata y también un fortalecimiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en este caso Guardia Civil, que va a actuar de forma inmediata para erradicar cualquier tipo de huecos que pueda estar habiendo o de acción violenta por parte de ninguna persona", tanto en Pinos Puente como en el entorno del área metropolitana.
Varias llamadas al 112 al filo de la medianoche del martes alertaron del fuego en los bajos del edificio, situado en la calle Fajardo, que estaba provocando mucho humo y varios vecinos habían quedado atrapados en el interior de sus viviendas.
Acto seguido se activó al Centro de Emergencias Sanitarias 061, Guardia Civil, Bomberos de Granada, Policía Local y compañías suministradoras. Según fuentes de los Bomberos, hubo una explosión en la instalación telefónica del edificio, que afectó a su vez a la instalación eléctrica provocando un intenso humo. Todos los vecinos pudieron salir del bloque sin que ninguno quedara atrapado.
Por su parte, los servicios sanitarios atendieron a cuatro personas, una de ellas de movilidad reducida, afectadas por la inhalación de humo. Todos fueron evacuados al Hospital Virgen de las Nieves de Granada para su atención médica. Se trata de dos hombres de 31 y 61 años y dos mujeres de 66 y 73.
El cuerpo sin vida hallado en la tarde de este miércoles en la playa de Calahonda, en Motril (Granada), podría pertenecer al tripulante de un carguero que cayó al agua en el entorno del mar de Alborán y al que la corriente arrastró luego hasta la orilla, según ha avanzado el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández.
A preguntas de los periodistas durante la inauguración del congreso de CCOO de Granada, Fernández ha precisado que el cadáver pertenece a una persona de rasgos asiáticos que parece que está vinculado a una persona que cayó al agua, miembro de una tripulación de un barco que se encontraba por el entorno del mar de Alborán hace unos días.
La investigación está pendiente ahora de que se lleven a cabo los trabajos de identificación del cadáver para confirmar o descartar esta hipótesis.
El 112 recibió una llamada sobre las 17,20 horas del miércoles de un particular que alertaba de que había una persona flotando en el agua, en la misma orilla, al final de la calle Galán. Desde la sala coordinadora se activó entonces al Centro de Emergencias Sanitarias 061, a la Policía Nacional y a la Policía Local. Fuentes sanitarias confirmaron el hallazgo del cadáver de este hombre de unos 40 años.
El departamento de antropología forense de la Universidad de Granada (UGR) desarrolla análisis de los restos óseos hallados en diciembre de 2023 en una cueva de la sima del Carrascal, en la zona de El Chaparral, para determinar si se corresponden con los de una niña desaparecida en 1983 en el municipio vecino de Cúllar, también en el norte de la provincia, y los de una mujer adulta a la que se perdió el rastro en la década de los 90 del siglo pasado en Huéscar.
A preguntas de los periodistas en el marco de la apertura del congreso provincial de CCOO en Granada, el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández, ha explicado que "sí está determinado por toda la trazabilidad que se ha hecho desde el punto de vista genético" que son huesos pertenecientes a una menor y a una mujer adulta.
Los científicos de la UGR investigan ahora, tras los trabajos desarrollados en el Instituto de Medicina Legal de Granada, "el umbral superior de la data", esto es, "cuántos años como máximo hace que pueden" haber desaparecido estos restos humanos, según ha apuntado también el delegado a los periodistas.
Si determinan que "estamos en el periodo 1983", es decir, cuando desapareció una menor en el municipio de Cúllar, o en el de la década de los años 90, cuando se perdió el rastro de una mujer en el municipio de Huéscar, "se pedirá el contraste con los familiares" con los que sea posible y que estén vivos de estas dos personas.
El fin será "comprobar" si se tratan de los restos de esta menor y esta mujer, "ambas vinculadas a una investigación que la Guardia Civil tiene abierta" y que quedaría pendiente de este análisis y en su caso del "cotejo de ADN", que "todavía no se ha hecho" a la espera de la "data" que reflejen los expertos en su informe determinando si se está "en ese periodo".
En esta misma línea, este pasado miércoles, según las fuentes judiciales consultadas por Europa Press, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Huéscar, encargado de investigar la procedencia e identidad de los restos humanos hallados en esta localidad, no había recibido aún el informe técnico que podría avanzar en la confirmación de la identidad de las personas a las que corresponden los restos óseos, en el marco de unas diligencias que están declaradas secretas.
Según indicaron las mismas fuentes el pasado septiembre, se activó una segunda expedición para recuperar todos los restos óseos posibles a fin de realizar "análisis más completos que ayuden a la identificación de las víctimas y las circunstancias de las muertes".
El primer análisis se activaba después de que la Asociación Espeleológica Velezana los hallara en esta cueva de difícil acceso que había descubierto previamente un pastor de la zona.
Al comprobar que al parecer los restos no eran de origen "prehistórico", lo pusieron en conocimiento de la Guardia Civil, que activó las correspondientes diligencias, y dándose cuenta del hallazgo al Instituto de Medicina Legal de Granada para las correspondientes pruebas.