Corpus Christi en Jerez: así fue la procesión que luchaba por no dejarse atrás al Santísimo
El culto a Cristo Sacramentado había de primar en la intención de todos, pero es difícil olvidar la imagen del cortejo en San Miguel mientras la carroza eucarística aún estaba en la Alameda Vieja; llegó de noche al final del recorrido iniciado en la Catedral

Final de la procesión del Corpus Christi de Jerez 2025 en San Miguel
Jerez - Publicado el - Actualizado
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Lo único importante es que Él ocupó el viril de la custodia. Pero precisamente por ello es incomprensible permitir que el cortejo avanzara permanentemente sin apenas darse cuenta de que la carroza eucarística iba descolgada, desmembrada del conjunto de la procesión del Corpus Christi. Siempre cabe mantener la esperanza de, al menos, no verse apartado, del Santísimo, el espíritu de los participantes en tan aguardada procesión cada año. Aunque algunas actitudes hagan pensar que tampoco en ese terreno esté todo hecho.
El rezo del Santo Rosario y los cánticos eucarísticos, en una comitiva nutrida básicamente por las cofradías, lo ponían la Adoración Nocturna o el tramo más inmediato a la presencia real de Cristo Sacramentado en la custodia, el del clero, seminaristas y religiosos y religiosas. No se olvidaba pues el sentido de lo que estaba ocurriendo en las calles: Arroyo, Carpintería Baja, Plateros, Consistorio, Arenal... Este último, desde la cruz alzada que abría las filas de ordenados futuros y presentes y de consagrados, es el único permanentemente pegado a la carroza.
Esos brotes de calor en la participación de los fieles se sumaron al de las altas temperaturas que, ciertamente, descomponía toda fortaleza con la que asumir un recorrido que, desde la salida de la Santa Iglesia Catedral donde monseñor José Rico Pavés presidió la Eucaristía hasta la llegada y reserva en templo distinto, San Miguel, se prolongó durante alrededor de tres horas. La noche había caído ya cuando la carroza eucarística cruzaba el umbral de la puerta principal de la iglesia de San Miguel. En el recuerdo, el arco en la Puerta Real, los altares y las alfombras en la Alameda Vieja.

La carroza eucarística entra en San Miguel, de noche, al final de la procesión del Corpus
Lo único importante es que Él ocupó el viril de la custodia. Cristo Sacramentado nos redime de todo. Y ello no lo opacan ni los cortes en el cortejo ni que la custodia entrara de noche en San Miguel. No hay noche lo suficientemente oscura cuando el Santísimo nos ilumina el alma. Aunque haya cosas en las que, evidentemente, hay que seguir trabajando. A todos los niveles.