"El nuevo pulso político entre Sánchez y Puigdemont es un paripé, es una humillación más por el poder para el uno, y por el hipotético poder para el otro"

El nuevo pulso político entre Sánchez y Puigdemont, entre el Gobierno y sus socios de Junts, es un paripé. 

A mí me parece que, escandalosamente, es una humillación más por el poder para el uno, y por el hipotético poder para el otro. Vamos a ver, si uno junta cómo se han gestado las negociaciones y los pactos, Santos Cerdán con Puigdemont, con un presunto, supuesto que nadie ha visto, mediador salvadoreño, el tal Galindo. Y cuando a Santos Cerdán lo quitan y acaba en la cárcel, entra Zapatero. Claro, con estas patas para el banco, ¿qué podría salir mal? 

Vamos a ver. Claramente Sánchez solo quiere el poder, de boquilla porque le va a dar igual, y Puigdemont quiere la amnistía y presionar a la tal Orriols, que es más ultra que él todavía. Lo demás, el Gobierno, las medidas... les importa una iga. 

En este nuevo pulso del conflicto político con Cataluña, entre comillas, como dijo Pedro Sánchez, solo caben tres o cuatro palabras: paripé, humillación, excusas y mentiras. Oye, y los dos, tan panchos. A lo suyo