En su decimotercera participación en un Mundial, Chuso García Bragado, campeón mundial en 1993 y que el próximo 17 de octubre cumplirá 50 años, resistió a las extremas condiciones en la zona Corniche de Doha -de (31º y y un 71% de humedad- para acabar entre los finalistas de la prueba masculina. Con ello, el madrileño solo deberá conseguir la marca mínima exigida para estar en próximo verano en los que serían sus octavos Juegos.

El marchador estuvo este lunes con Carlos Herrera en 'Herrera en COPE' y reconoció que fue una "competición muy dura". Bragado dijo que estuvo en Doha en el mes de agosto para preparar la prueba y señala que ya se dio cuenta que "había que preparar en conciencia" la cita mundialista: "En Doha, no se baja de los 30-31 grados de mínima y a eso hay que sumarle la humedad".

El madrileño apuntó que "normalmente preparo 5-6 litros de agua" para la competición, pero para esta ocasión "preparé como 14 litros de agua" y añadió que se bebió "catorce litros de agua en ocho horas" ya que además de la competición tuvo que beber más líquido para pasar el control antidopping y por ello "el estómago se fastidia".

Bragado apuntó como clave "controlar el pulso y la frecuencia cardiaca" durante la prueba y que junto a su médico tenía que "respetar al máximo" los intervalos de frecuencia cardiaca. 

Bragado fue octavo con 4:11.28, su peor marca y el atleta español recordó en COPE que en su primera competición, antes de los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992, hizo 4 horas y 5 minutos, a pesar de su peor marca "estoy contento por ir a otros Juegos Olímpicos. Mi objetivo era ese para dar una finalidad a la vida deportiva".