El púgil inglés Tyson Fury se recuperó de dos caídas en el cuarto asalto y derrotó al estadounidense Deontay Wilder en el undécimo, por nocáut técnico, al ser parado el combate por el árbitro Russell Mora. Con esta victoria, Fury retuvo su título de los pesos pesados del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
Wilder fue derribado en el tercer asalto, pero se recuperó para derribar a Fury dos veces en los minutos finales del cuarto. El estadounidense sufrió un enorme castigo y pareció estar físicamente agotado durante gran parte de la pelea.
El púgil inglés, que se llevó una bolsa de 15 millones de dólares, terminó con su adversario en el undécimo asalto al enviar a Wilder a la lona con una potente derechazo. Fury, de 33 años, festejó su victoria ante 15.820 espectadores que llenaron las gradas del T-Mobile Arena, de Las Vegas.
Ahora Fury tendrá el camino abierto para la gran pelea que espera disputar frente a su compatriota Anthony Joshua, mientras que Wilder, de 35 años, que se llevó una bolsa de ocho millones de dólares, tendrá que replantearse su futuro.
"Fue una gran pelea, digna de las mejores trilogías. No pondré ninguna excusa, Wilder es un gran luchador; siempre digo que soy el mejor luchador en el mundo y él es el segundo. No dudes nunca de mí. Cuando las cosas van mal, siempre puedo cumplir", indicó Fury tras el combate.
Muchos observadores esperaban el guión del segundo combate fuese similar al primero en diciembre de 2018, que terminó en un empate controvertido, pero la exhibición de Wilder, aliada con su fortaleza, lo marcó como un clásico de todos los tiempos.
Wilder (ahora con una marca de 42-2-1, 41KOs) había ejercido su derecho a un tercer encuentro con Fury (31-0-1, 22KOs) con un árbitro de Estados Unidos, frustrando las esperanzas del británico de un enfrentamiento doméstico contra Anthony Joshua este verano.