Una dieta equilibrada para mantener los kilos a raya durante esta cuarentena
No debemos dar rienda suela a coger cualquier cosa de la despensa o el frigorífico
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Actualizado 14:03
La báscula nos puede dar un buen susto cuando por fin termine la cuarentena. La falta de actividad física en la calle, el aburrimiento, la ansiedad… quemamos mucho menos y la tentación de atacar la despensa y el frigorífico son muy grandes. Planificarnos, tirar de recetas caseras, evitar las chucherías, los dulces y las bebidas azucaradas nos ayudarán a no ganar kilos, pero también tenemos que fortalecer nuestro sistema inmunológico y evitar, atención, el estreñimiento que la inactividad puede provocarnos.
Una buena planificación y recurrir a las recetas de nuestras abuelas son medidas imprescindibles para mantener nuestra salud. Estas son las recomendaciones que la nutricionista Rocío López Puertas, de VitaliV , ha elaborado para nosotros. Once sencillos consejos que además nos ayudarán a pasar mejor el tiempo en casa:
- Planificar la compra y planificar los menús.
- Consumo de probióticos para mejorar nuestro sistema inmune: Kefir, yogue, chucrut
- Ingesta suficiente de líquidos (agua, aguas con jugos de frutas, te, infusiones)
- Ocupar el tiempo creando recetas saludables, o de repostería casera para evitar comprar dulces ultraprocesados
- Consumo prioritario en cuanto a proteína animal de pescados, carnes magra (pollo, conejo, pavo)
- Consumo de mínimo 3 piezas de frutas enteras con piel
- Consumo de al menos 2 raciones de verdura (al menos 1 cruda y otra cocinada) como plato principal o como guarnición
- Consumo de legumbres, recetas saludables acompañadas de verduras (aporta vitamina c por ejemplo el pimiento y por la tanto mejor la absorción de hierro vegetal)
- Para el estreñimiento ocasionado por la vida sedentaria, importante consumo de fibra (fruta, verdura, legumbres, cereales integrales) e ingesta suficiente de agua.
10.-Si podemos, hacer algo de ejercicio en casa para mantener el tono.
En definitiva, aplicar el sentido común y recurrir a la cocina tradicional, las que nuestras madres y abuelas con buen criterio nos alimentaban.
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