Limones y naranjas son sin duda dos frutas indispensables en nuestra despensa durante todo el año. De hecho los cítricos se encuentran entre las frutas más cultivadas en todo el mundo. Solo de naranjas se producen cerca de 70 millones de toneladas cada año y existen más de 600 variedades. Parte de la razón se debe a su delicioso sabor y a su gran valor nutritivo que supone un importante chute de vitaminas, C, A, ácido fólico, potasio y antioxidantes.

Aunque no será hasta principios de noviembre cuando empecemos a ver las primeras naranjas de la nueva cosecha, aún tenemos en el mercado las de la última campaña que nos sirven perfectamente para consumir hasta entonces. Los limones, en cambio, están en todo su apogeo ya que, aunque se cosechan todo el año, su época estrella es de mayo a octubre.

Se cree que las naranjas comenzaron a cultivarse en el sudeste asiático allá por el 4.000 a.C. y que saltarían al norte de América de la mano de Cristóbal Colón.

SE VAN LAS VITAMINAS

Sobre los cítricos corren también muchas leyendas. Una de ellas, con la que hemos crecido muchas generaciones, 'tométe rápido el zumo de naranja que se te van las vitaminas'. Y es cierto. Parece que la oxidación por el contacto con el aire y el calor, las destruiría.

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BENEFICIOS

Dos naranjas al día nos garantizan cerca de 150 mg de vitamina C, es decir la cantidad necesaria diaria para un adulto.

Pero además nos aportan otros beneficios. Ayudan a regular la presión arterial y a la disminución del colesterol, regulan los niveles de azúcar en sangre, ayudan a fortalecer huesos y dientes, fortalecen nuestro sistema inmunitario y previenen los signos de la edad. Disminuyen además la posibilidad de que se formen cálculos renales y combaten las infecciones virales.

ZUMO DE CÍTRICOS

Quizás desconozcas que el sabor de la naranja se encuentra entre los tres sabores favoritos del ser humano, junto con el chocolate y la vainilla.

Se calcula que más del 80% de las naranjas del mundo se consumen en zumo. Eso sí, dada su acidez, los expertos recomiendan tomar esta fruta o su zumo por la mañana y evitar así el ardor que nos puediera producir.

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CÓMO EXPRIMIRLAS AL MÁXIMO

Es cierto que con la licuadora conseguimos sacar el máximo partido a las naranjas. Sin embargo, ni todo el mundo tiene una en casa, ni todo el mundo tiene el tiempo suficiente, o las ganas, de limpiarla y guardarla tras su uso diario.

Por eso somos muchos los que a diario tiramos del clásico exprimidor. Es una buena alternativa, pero antes debes de tener algunas instrucciones de uso paralograr exprimir hasta la última gota con este aparato.

Antes de nada ten en cuenta que es preferible utilizar naranjas maduras y del tiempo, nada de exprimir las recién sacadas del frigorífico ya que estarán duras y no habrá forma de sacarles el máximo partido.

Después, y antes de cortar la naranja por la mitad, ruédala con la mano por la encimera de la cocina durante un buen rato presionándola ligeramente con la mano. De esta manera romperás sus fibras internas allanando el camino al exprimido y pudiendo conseguir hasta un 20% más de zumo por naranja.

Otra opción es sumergirlas durante unos minutos en agua caliente antes de exprimirlas, para ablandar así su estructura interna.

Ten en cuenta que este truco también es apto para exprimir limones, pomelos o cualquier otro cítrico.