La pesca de arrastre está "acelerando" la crisis ecológica del mar Mediterráneo, además de ser la pesquería que más combustible consume y responsable de la mayor parte de las emisiones de carbono, según un estudio publicado este martes.

El análisis -llevado a cabo por la Fundació ENT (Barcelona) y MedReAct (Italia) sobre el sector de la pesca de arrastre en el Mediterráneo occidental- señala que, a pesar de que dicho arte se practica desde hace siglos en este mar, en los últimos años se ha intensificado la preocupación por su impacto ecológico.

La Fundació ENT y MedReAct consideran que la publicación del texto -en plena crisis energética- coincide con un "momento crítico" en el que la Unión Europea (UE), en el marco del pacto Green Deal, busca integrar un futuro sostenible para el océano, un espacio que ocupa el 70 % del planeta y que sufre graves consecuencias por la sobrepesca, la contaminación y los impactos del cambio climático.

De acuerdo con el documento, elaborado con investigadores de España, Italia y Estados Unidos, el sector solo consigue evitar enormes pérdidas económicas cada año "gracias a las generosas dádivas de los gobiernos", indica un comunicado de esas organizaciones.

La pesca de arrastre, de gran importancia socioeconómica para las comunidades costeras del Mediterráneo, indica el informe, hace un uso "antieconómico de los recursos comunes, además de ser la pesquería que más combustible consume, está acelerando la crisis ecológica del océano".

En opinión de los investigadores, tras la mano de obra, el combustible es el mayor coste al que se enfrenta el sector de la pesca de arrastre, que "goza de importantes exenciones fiscales en materia de combustible".

En 2018, de acuerdo a los datos, los desembarcos de los arrastreros en el Mediterráneo occidental supusieron "un beneficio neto de 34 millones de euros. No obstante, si no se tuvieran en cuenta las transferencias financieras del Gobierno, el sector de la pesca de arrastre registraría grandes pérdidas".

Según el estudio, las exenciones de los impuestos sobre el combustible en 2018 para las flotas de arrastre españolas, francesas e italianas en el Mediterráneo occidental ascendieron a 93 millones de euros, es decir, casi tres veces los beneficios netos declarados por el sector".

Con el actual repunte de los costes del combustible, "hoy esta cantidad sería mucho mayor".

Para el profesor Rashid Sumaila, de la Universidad de Columbia Británica, que ha revisado el estudio junto con su colega, el profesor Daniel Pauly, «el sector de la pesca de arrastre, tal y como es en la actualidad, sencillamente no sería económicamente viable".

Según Sumaila, de acuerdo a los datos del estudio, si estos factores se tienen en cuenta, lo que parecía en 2018 como un beneficio neto de 34 millones de euros era "en realidad un rendimiento negativo de unos 77 millones de euros. La pesca de arrastre presenta enormes costes ocultos".

Además, "entre 2013 y 2018, la flota de la UE en el Mediterráneo occidental consumió 1.200 millones de litros de combustible y fue responsable de unos 3,3 millones de toneladas de emisiones de CO2, aunque esta contribución no se tuvo en cuenta en las asignaciones nacionales vinculantes de emisiones".

El coautor del informe de la Fundación ENT, Luis Campos Rodrigues, ha asegurado que, "si los niveles de precios del régimen de comercio de derechos de emisión de la UE de marzo de 2021 se aplicaran a las emisiones directas del consumo de combustible de los buques de arrastre en el Mediterráneo occidental, las flotas italiana, española y francesa tendrían un coste de carbono oculto de unos 13,2 millones de euros".

Si se monetizan los costes climáticos de las emisiones directas de la flota y se añaden a las exenciones de impuestos sobre el combustible y a las subvenciones gubernamentales, "las pérdidas anuales de la pesca de arrastre ascenderían a 77 millones de euros, según las cifras más recientes de la UE", apunta el texto.