Marta Jiménez, psicóloga: “Si sueles pensar en esto recurrentemente, no eres tú, es tu cerebro, es supervivencia. No estás condenado, se puede reeducar”

La experta explicaba a través de las redes sociales por qué tendemos todos a tener un pensamiento muy concreto, y explica cómo te puedes deshacer de él

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Una mujer sola en una cafetería

Ana Rumí

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Dicen los expertos que es imposible dejar de pensar y que, si en algún momento lo haces, es porque ya estás muerto. Y es que todos, aunque creamos que podemos poner “la mente en blanco”, tendemos a pensar en millones de cosas, porque siempre hay un pensamiento que cruza nuestra mente.   

Se estima que pensamos en uno o dos pensamientos por segundo y que, al día, podemos llegar a acumular 60.000, aunque muchos de ellos ni siquiera los tengamos en consideración.

Sin embargo, sí que hay muchos pensamientos a los que prestamos atención y que pueden acabar enredándose en nuestra mente, suscitándonos ansiedad, desasosiego, y mucha desesperanza.

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Son pensamientos que... acabamos rumiando y hacen que tengamos una vida mucho más infeliz. Al final, no nos dejan ver la realidad y vivimos en un estado de alarma constante, en el que somos incapaces de disfrutar de las cosas buenas.

Si estás atravesando una época en la que los pensamientos no te dejan en paz, considera buscar un profesional y, sobre todo, no pienses que esto es culpa tuya. Y es que el cerebro tiende a quedarse con esos pensamientos a los que les prestas más atención, y eso hace que pueden llegar a torturarte más.

Los pensamientos que rondan tu mente  

¿Alguna vez te ha pasado que, durante días, no dejas de pensar en alguna cosa negativa? Si te ha pasado una experiencia desagradable en el trabajo, si has tenido una pequeña bronca con alguien, o si has tenido un roce con un amigo, tiendes a pensar negativamente.   

Pero, ¿qué pasa cuando no hay una base real para tener esos pensamientos negativos? Pues bien, esto puede suceder, y es algo muy común pensar que el escenario más posible es el más catastrófico.

Ahora bien, ¿qué se hace con eso? ¿Por qué tendemos a pensar de forma negativa? Es de lo que habla Marta Jiménez, psicóloga, en sus redes sociales.

Tu mente no busca que seas feliz, busca que sobrevivas. No es casualidad que siempre pienses lo peor, porque tu cerebro está programado para eso” comenzaba diciendo.

Ese mensaje que no te contestan que te lleva a pensar que te están ignorando, o ese dolor corporal que te hace creer que estás atravesando una enfermedad terminal. “No eres tú, es tu cerebro, es supervivencia” decía la doctora.

Tu mente no busca la verdad, busca protegerte. Pero puedes enseñarle a dejar de huir, tu trabajo ahora no es sobrevivir, es vivir sin miedo. Eso también se entrena, se llama reeducar tu mente” decía esta experta.

Así que puedes echar mano de un profesional y buscar a alguien que te asesore y te ayude a entrenar a tu mente para que no piense que estás atravesando algo malo.

 Una ansiedad que provoca enfermedades  

Esa sensación constante de que no estamos aprovechando el tiempo y de que no lo estamos llenando de actividades es algo que, si escala, puede llegar a provocarnos una enfermedad. No, no es ninguna exageración. 

“Si nos conectamos siempre en ese modo de aceleración, tarde o temprano nos vamos a enfermar con ansiedad. La ansiedad es horrible. Si alguno la ha sentido, taquicardia, taquipnea, ese miedo, esa sensación de que no controlo la vida. Y luego, a nivel físico hay un desajuste de los ritmos biológicos porque uno duerme mal, porque uno come rápido, porque uno no respeta las señales naturales del cuerpo” aclaraba Marian Rojas.

Esto, de sobra sabes, provoca que empecemos a tener insomnio, desajustemos los horarios de comida y, poco a poco, a nuestro cuerpo le falte salud. Como decía la doctora, cambiamos nuestros ritmos circadianos y eso afecta negativamente a nuestra salud.

Fin de Semana

Marian Rojas, psiquiatra

“Dormimos tarde, nos levantamos temprano, trabajamos de noche delante de una pantalla que engaña al cerebro con la luz artificial, comemos sin horarios, todo eso altera el metabolismo. Nuestro reloj biológico se pelea con el reloj social y el resultado es fatiga, irritabilidad y a largo plazo problemas de salud” comenzaba explicando.

“La cronopatía está muy vinculada con la ansiedad moderna porque creemos que siempre debemos de estar ocupados, que el ocio es pérdida de tiempo y eso genera un círculo vicioso. Cuanto más intentamos optimizar el tiempo, más sentimos que no alcanza y aparece ahí esa culpa por descansar, por no ser lo suficientemente productivos” expresaba.

Por eso mismo, propone, es necesario saber parar y descansar, sin necesidad de hacer planes para poder reparar nuestro cuerpo y evitar problemas futuros de salud.