Es probable que, en más de una ocasión, hayas notado un olor desagradable dentro de tu coche.Puede deberse a múltiples motivos, desde algo de comida que llevabas dentro de un tupper y se te ha derramado por error, haber pisado heces de perro con tus zapatos que no tienen precisamente un buen olor, o incluso el olor a nuevo de un coche recién comprado que a muchas personas no le acaba de gustar.

Una de las formas tradicionales de ponerle remedio es echar mano de un ambientador que puedes encontrar en cualquier supermercado. Sin embargo, además de su elevado precio en algunas ocasiones, estos ambientadores suelen tener un olor bastante fuerte al inicio, que en muchos casos resulta desagradable, mientras que al cabo de pocos días dejamos de notar su presencia dentro del coche.

Por este motivo, queremos compartir contigo tres trucos caseros de los que puedes echar mano para decir adiós a los malos olores de tu coche. Tan solo necesitarás algunos productos que seguramente ya tengas en casa, por lo que no tendrás que gastar dinero extra. Siguiendo una serie de consejos, con algo de paciencia y un toque de delicadeza, tu coche quedará como nuevo.

Tres remedios caseros para quitar el mal olor del coche

Para la primera opción tan solo necesitas amoniaco. Llena un vaso con este líquido y déjalo de reposar dentro de tu coche el máximo de horas posible. Después, debes dejar abiertas tanto las puertas como las ventanas del vehículo durante el tiempo que sea posible y podrás decir adiós tanto al mal olor, como al de amoniaco que se haya quedado dentro.

Otra de las posibilidades es echar mano de bicarbonato y café. Antes de usarlos, debes aspirar el coche y dejarlo lo más limpio posible. A continuación, espolvorearemos el bicarbonato sobre los asientos y alfombrillas y lo dejamos reposar entre 8 y 12 horas. Pasado ese tiempo, aspiraremos bien el bicarbonato y colocamos unos granos de café debajo de los asientos para darle una mayor eficacia a nuestro truco.

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Por último, también hay un truco para decir adiós al mal olor provocado por el tabaco. En este caso, necesitas agua y vinagre. El primer paso es vaciar el cenicero y aspirar bien el coche para terminar con los restos de ceniza que pudieran quedar. A continuación, humedeceremos un trapo con agua y vinagre y lo pasamos por el salpicadero y la tapicería. Por último, dejamos el coche ventilando el mayor tiempo posible. Una alternativa, en este caso, es sustituir el vinagre por bicarbonato, para evitar el fuerte olor del primero de ellos.