Javier, profesor de Infantil en Alemania: "Gano unos 3.600€ brutos al mes, pero la clave está en los gastos pagados que me da la empresa, como masajista o gasolina"
Muchos españoles optan por buscarse la vida en el extranjero ante la falta de oportunidades en España

Javier, profesor en Alemania
Madrid - Publicado el
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Cada año miles de jóvenes españoles hacen las maletas para probar suerte en el extranjero. La falta de oportunidades, los salarios bajos y la dificultad para acceder a una vivienda en España empujan a muchos a buscar un futuro mejor en otros países europeos. Alemania se ha convertido en uno de los destinos preferidos: ofrece estabilidad laboral, salarios más competitivos y, en muchos casos, beneficios que en España resultan impensables.
Uno de esos ejemplos es Javier Novas, un profesor de Infantil que se ha hecho viral en Instagram y TikTok al contar cuánto gana y, sobre todo, qué ventajas le da su trabajo en Múnich. Su experiencia está llamando la atención de miles de personas que se plantean si realmente merece la pena dar el salto. Un sueldo que marca la diferencia

Hay muchos profesores que se van fuera de España a trabajar
LO QUE GANA JAVIER EN ALEMANIA... Y SUS BENEFICIOS
En su vídeo, Javier lo explica sin rodeos: “¿Quieres saber cuánto gano como profesor de Infantil en Alemania? Quédate y te lo cuento”. Y los datos sorprenden. “Yo, en mi caso, he empezado a cobrar entre unos 3.600 y 3.700 euros brutos al mes”, afirma. Una cantidad muy por encima de lo que percibe un docente en España, especialmente en el ámbito de la Educación Infantil.
Pero él mismo deja claro que lo importante no es solo el salario. “Eso no lo es todo. Para mí lo más importante son los beneficios que me da la empresa”, recalca.
Lo que más ha impactado de su testimonio son precisamente esos extras que recibe de su centro educativo en Alemania. “Me pagan el transporte, puedo elegir entre la gasolina para el coche o el transporte público. Como no tengo coche, me voy en transporte público”, detalla.
Además, el ahorro mensual se multiplica porque la empresa cubre también la alimentación durante la jornada laboral. “Me pagan todas las comidas: el desayuno, el snack de media mañana, la comida…”, explica.
El bienestar físico y mental también forma parte del contrato. “Me pagan el gimnasio, tengo un pase en el que puedo elegir cualquier centro de la ciudad e incluso puedo llevarme a cualquier otro país. Si me voy a España de vacaciones, pues puedo ir al gimnasio también en España”, añade con sorpresa.
Me pagan todas las comidas: el desayuno, el snack de media mañana, la comida…”
Profesor de Infantil en Múnich
MASAJISTAS EN EL PROPIO CENTRO DE EDUCACIÓN
Y lo que más llama la atención: la posibilidad de acceder a masajes dentro del propio centro. “Tengo masajistas en el centro, es decir, que cuando los niños me tienen un poco hasta las narices, pues me ayuda a relajarme”, bromea.
Aunque los sueldos son más altos, la vida en Alemania también es más cara que en muchas zonas de España. Javier lo sabe, pero asegura que, gracias a los beneficios de su empresa, su situación económica es bastante cómoda: “Vamos, que solamente pago el alquiler”.
Ese detalle marca la diferencia. En España, gran parte del sueldo se destina a vivienda, transporte y alimentación, tres gastos básicos que en su caso están cubiertos casi por completo.

Alemania es uno de los destinos preferidos de los españoles que deciden irse de España
El caso de Javier no solo ha generado admiración, también debate. Muchos usuarios le han preguntado en redes sociales si se plantea volver a España con esta experiencia. Su respuesta es clara: mientras no exista un cambio profundo en las condiciones laborales y salariales, resulta difícil plantearse regresar.
La comparación es inevitable: en España, un maestro de Infantil puede rondar entre 1.200 y 1.600 euros netos al mes, dependiendo de la comunidad autónoma, muy lejos de los más de 3.000 euros brutos de Javier y, sobre todo, sin esos beneficios añadidos que hacen su día a día más llevadero.
Lo que Javier comparte no es solo un dato salarial, sino un reflejo de cómo la calidad de vida de los trabajadores puede mejorar con políticas de bienestar pensadas en ellos.