Junto con el melón, la sandía es uno de los alimentos por excelencia del verano ya que su refrescante sabor y su capacidad de hidratación hacen de ella uno de los alimentos estrella en esta época del año. De hecho ya podemos verlas en los supermercados, algo que se agradece teniendo en cuenta las altas temperaturas que estamos sufriendo estos días. Además, y siempre que sea posible, lo ideal es consumir productos de temporada.

HIDRATACIÓN

Entre sus ventajas está su gran capacidad de hidratación. La sandía es la fuente natural más importante de agua, aproximadamente un 91% además de tener Licopeno, con poder antioxidante y L-Citrulina. No hay que olvidar que un consumo regular de agua ayuda a mantener las funciones físicas y cognitivas normales y es la base del equilibrio vital del organismo.

FUENTE DE VITAMINAS

A esto hay que sumarle que es rica en numerosas vitaminas, como la A, B1, B2, B6, C, además de hierro y calcio.

VERSATILIDAD

Lo cierto es que por regla general optamos por comerla en 'rajas' recién sacada de la nevera, en trozos, o en zumos. . Pero se puede innovar con ella, haciendo por ejemplo un helado o convertirla en un maravilloso primer plato. Basta con triturarla, añadirle medio vaso de zumo de naranja o limón, una hoja de hierbabuena (o una cucharada si la tenemos en un bote de especias), un chorro de aceite y una pizca de sal. Una especie de receta de gazpacho que se puede utilizar también con el melón.

DIETA

Qué decir tiene que la sandía tiene muy pocas calorías, lo que la hace perfecta en cualquier régimen de adelgazamiento. Además al ser rica en agua, ayuda a que nos saciemos con mayor facilidad y a eliminar toxinas y exceso de líquidos por la orina.

PEPITAS Y PIEL

De ella se aprovecha todo, incluida su piel. La corteza de la sandía proporciona un complemento sutilmente dulce y fresco y, gracias a un tiempo de cocción relativamente rápido, es capaz de ablandarse y absorber muchos sabores.

Y es que de la sandía no sólo es la pulpa lo que se come, de su corteza se pueden sacar platos de lo más variopintos y suculentos, como piel de sandía en vinagre, confitura de piel de sandía, o, curry de sandía.

Este último plato en la India es bastante popular y consiste en cortar la piel de la sandía en cuadrados más o menos grandes y cocinarlos como si fueran verduras en una sartén con aceite y muchas especias.

PIPAS DE LA SANDÍA

Sí son comestibles y tienen muchas propiedades: sobre todo son una importante fuente de fibra, fundamental para regular nuestra función intestinal y con gran poder saciante. Además tienen proteínas, magnesio, zinc y grasas poliinsaturadas.

Podemos usarlas para preparar infusiones, basta con hervirlas trituradas en abundante agua durante unos quince minutos. Como cualquier otra infusión, la dejamos reposar unos minutos antes de disfrutar de ella.

También se pueden hornear con un poco de sal y aceite de oliva, de forma que adquieran sabor tostado y una textura más crujiente.