Congelar comida ahorra tiempo, pero hace falta saber cómo hacerlo de manera segura

De los 38 miembros de la OCDE, España es el tercer país que más tiempo dedica a comer y beber

Ejemplo de congelador Liebherr integrable

Alfonso Villamudria

Ejemplo de congelador Liebherr integrable

Redacción digital

Madrid - Publicado el

5 min lectura

De los 38 miembros de la OCDE, España es el tercer país que más tiempo dedica a comer y beber. Sólo Italia y Francia logran desbancarla en el ranking que ha publicado Statista. Según este pequeño estudio, cada día nos pasamos 2 horas y 6 minutos comiendo y, por supuesto, tomando alguna bebida con la que bajar el condumio. A esto, todavía le tenemos que añadir el tiempo que la mayor parte de los ciudadanos de nuestro país invierten diariamente en cocinar platos desde cero: una o dos veces en la jornada.

Con tantos quehaceres, no es de extrañar que el porcentaje de quienes consumen platos preparados haya aumentado un 6,6 % sólo en un año. Así lo indica Asefapre, la Asociación Española de Fabricantes de Platos Preparados. EFE:Agro explica que, de todos estos alimentos, la mayoría son refrigerados; el 41 %, congelados, y el 13 % restante (la gran minoría) se conservan a temperatura ambiente. Como observamos, la refrigeración y la congelación son las dos opciones más populares.

A continuación, explicamos sus diferencias y comentamos los puntos clave que conviene saber para mantener la comida congelada y en buen estado durante un mes (incluso, después de haber cocinado sus ingredientes)

 ¿Refrigerar o congelar? ¿Qué es más recomendable?  

Ambas opciones son igual de adecuadas. La diferencia está en qué se pretende lograr con ello. Mientras que la refrigeración conserva los alimentos a una temperatura que oscila entre los 0 ºC y los 10 ºC, la congelación desciende hasta alcanzar una cifra entre los -18 ºC y los -25 ºC.

Con el primer método, los alimentos duran días. En cambio, conservados en un congelador vertical, pueden aguantar en buen estado meses. Por ejemplo: un filete de pollo crudo (que todavía no ha sido cocinado) y que se ha congelado desde el principio puede resistir en buen estado entre 4 meses y 1 año.

Si, por el contrario, hablamos de platos preparados (comida ya cocinada, que es lo que les interesa a quienes quieren comer sano y ahorrar tiempo), el periodo que resisten en buenas condiciones disminuye; eso sí, siempre aguantan más que si se refrigeraran. Por ejemplo: la carne cocida resiste entre 3 y 4 meses sin comprometer la salud del consumidor.

 Los huevos sólo se pueden congelar de una forma  

Congeladores de marcas como Liebherr, una empresa alemana cuyos orígenes se remontan a 1949, no sólo alcanzan temperaturas bajo cero, sino que también son energéticamente eficientes. Además, incorporan una tecnología NoFrost que evita la formación de hielo o escarcha en sus compartimentos. Con ellos, congelar se convierte en una tarea mucho más cómoda.

Todos los congeladores verticales de Liebherr, tanto los que son integrables (aquellos que se han diseñado para ubicarlos bajo una encimera o empotrarlos en un armario) como los que se instalan libremente, también permiten congelar huevos.

Ahora bien, el huevo es un alimento que no se debe congelar dentro de su cáscara, sino que debe cocinarse con anterioridad. Dicho de otra manera, una tortilla francesa con tacos de jamón serrano se puede congelar perfectamente, pero no la docena de huevos tal y como viene del supermercado.

 ¿Puedo congelar cualquier plato de cocina?  

Como hemos visto, los huevos no se pueden congelar como alimento, aunque sí como plato (tortilla francesa). Sin embargo, hay determinadas comidas que, por los ingredientes con los que se elaboran, tampoco deben congelarse (aunque se hayan cocinado).

Si nuestro menú incluye alguno de estos ingredientes, se recomienda la refrigeración antes que la congelación:

  • Verduras y frutas que se consumen crudas (lechuga y tomates, por ejemplo).

  • Patatas.

  • Alimentos ricos en grasas.

  • Mayonesa.

  • Fritos.

Para estos casos que comenta la Aesan (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición), están los frigoríficos de Liebherr, con los que es posible almacenar las comidas en buenas condiciones durante una media de dos y tres días (que es lo aconsejable para comidas refrigeradas, es decir, sin congelar).

En definitiva, según los ingredientes, congelar la comida puede ser más o menos viable; no sólo por la seguridad alimentaria, sino por los valores nutricionales.

Con todo y con eso, tanto los frigoríficos como los congeladores de Liebherr ahorran tiempo: cocinar dos o tres veces a la semana y hacer la compra cada tres o siete días, es posible.

 Sí a descongelar, pero no a cualquier temperatura  

A la hora de descongelar, no todo está permitido. La AESAN desaconseja descongelar alimentos a temperatura ambiente. Entre los 5 ºC y los 65 ºC, los microorganismos se reproducen con rapidez, así que el alimento puede contaminarse.

Los alimentos descongelados han de cocinarse o consumirse lo antes posible. Las verduras, las hamburguesas y los productos de pastelería congelados se pueden cocinar sin la necesidad de haberlos descongelado previamente.

Para los otros casos (carne, pescado) conviene sacar la comida con una antelación de 12 horas y descongelarla en el microondas o en el frigorífico, que sería lo más adecuado.

 Dispositivos todo en uno: refrigerar y congelar a la vez  

La marca alemana Liebherr también distribuye frigoríficos combinados que incluyen congelador. Con 10 años de garantía, modelos como el ICBbi 5152 Prime BioFresh utilizan dos circuitos de aire independientes: uno para el refigerador y el otro, para el congelador. De esta manera, con el sistema DuoCooling, los olores no pasan de una sección a otra, y los alimentos permanecen frescos o congelados en función del compartimento donde se encuentran.

El ciudadano español —quien acostumbra a ser de buen comer— podrá hacer la compra una vez a la semana, mantener los alimentos congelados hasta que los necesite para cocinar y consumir los platos descongelados sin tener que invertir más tiempo en la cocina.

 Descongelar y evitar intoxicaciones alimentarias  

Para evitar intoxicaciones alimentarias por consumir alimentos descongelados, conviene cocinar a una temperatura de 70 ºC todas las partes del alimento. Esta es la cifra que da la AESAN y a la que la carne queda bien hecha.

Como utilizar un termómetro no es algo práctico, para determinar en la cocina doméstica si la carne ha alcanzado los 70 ºC en todas sus partes, basta con hacer incisiones en la carne y revisar su interior. Cuando la ternera está hecha, su interior adquiere un color grisáceo; si es pollo, hay que fijarse en que el color rosa haya desaparecido.

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