Las azafatas recomiendan usar este accesorio en la maleta para evitar que se ensucie la ropa: a mucha gente se le olvida

La temporada de viajes queda oficialmente inaugurada. Y con ellos, comenzamos a pensar qué cosas llevarnos y qué otras dejar en nuestros hogares. Siempre es recomendable planificar muy bien cómo hacemos nuestro equipaje, para no cargar con mochilas y bolsos llenos de los famosos porsiacasos.

Por ello, debemos preguntarnos: ¿qué es lo más importante para llevar en nuestra maleta? Probablemente se nos venga a la mente una prenda de ropa en específico, el neceser, una cámara de fotos o, con este calor, un repelente antimosquitos. Lo cierto es que con frecuencia se piensa en muchas cosas a la vez, se acaba la maleta, a veces, sin pensar y enseguida se emprende el viaje .

Sin embargo, no debemos dejar de darle importancia a la organización de la propia maleta. Existe un sencillo truco que mantendrá tu ropa limpia y sin olores desagradables.

¿DÓNDE GUARDAS TUS ZAPATOS?

La pregunta podrá sonar simple, pero realmente marca la diferencia entre tener una maleta limpia o sucia. Los auxiliares de vuelo, acostumbrados a hacer maletas y a viajar casi a diario, lo tienen claro: elegir dónde guardar los zapatos dentro de tu bolso de viaje o mochila, sobre todo si se encuentran junto a otras prendas de ropa o complementos, podría crear un espacio favorable a la aparición y proliferación de gérmenes.

Los zapatos son una de las mayores fuentes de suciedad en todo el equipaje. No importa si se trata de un tipo de zapatos u otro: sandalias, zapatillas de casa, alpargatas, zapatillas deportivas, etc. Todos estos calzados, a menudo, acumulan polvo y suciedad de los suelos que, por lo general, contienen gérmenes que, con mucha facilidad, pueden pasar desapercibidos en la ropa de la maleta. El resultado: ropa con mal olor y en condiciones pésimas de higiene que debe ser puesta a lavar en cuanto lleguemos al destino.

UN TRUCO SIMPLE PARA GUARDAR EL CALZADO

Una solución que impedirá que los gérmenes pasen a camisetas, pantalones o incluso a la ropa interior es contar con una bolsa para guardar tus zapatos. Puede ser cualquier tipo de bolsa, ya sea de tela, de algodón o de un material reciclado, en definitiva, aquello que permita guardar a parte cada par de zapatos que decidas llevar contigo. La clave es mantener la suciedad de tu calzado  alejada del resto de ropa, objetos y pertenencias. Evitaremos así problemas de olor, higiene y limpieza.

Si no encontramos ninguna bolsa de tela, siempre se puede contar con una bolsa de plástico resistente o incluso con una funda de almohada, si vamos más apurados. Solamente hay que tener en cuenta una cosa: jamás guardes tus zapatos sueltos con la ropa.