Piezas de Turina, Tchaikovsky y Stravinsky, interpretadas por la Joven Orquesta Nacional de España (JONDE), han puesto esta noche banda sonora al 50 aniversario de la declaración del Parque Nacional de Doñana, tiempo en el que se ha convertido en un ejemplo de conservación de prestigio internacional.

Ha sido en un concierto ofrecido esta noche en el Palacio del Acebrón en Almonte (Huelva), al que han asistido el secretario de Estado de Medio Ambiente en funciones, Hugo Morán, y la consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta, Carmen Crespo, mostrando de esta manera el respaldo de las distintas administraciones para con este espacio natural.

La orquesta ha interpretado La Procesión del Rocío de Joaquín Turina; una selección de la Suite del ballet 'La bella durmiente' de Piotr Ilich Tchaikovsky; y La Consagración de la Primavera de Igor Stravinsky.

Fue concretamente el 16 de octubre de 1969, según ha informado el Organismo Nacional de Parques Nacionales coincidiendo con este concierto, cuando se declaró el Parque Nacional de Doñana, quedando atrás los esfuerzos de varios naturalistas que en la década de los 50 del siglo XX defendieron este tesoro como zona estratégica de las migraciones de aves.

En 1963 el Estado Español en colaboración con el Fondo Mundial para la Conservación de la Naturaleza (WWF) adquiere 7.000 ha y se crea la Reserva Biológica de Doñana y seis años después se crea el Parque Nacional.

Doñana es una joya que alberga una gran variedad de sistemas naturales, desde los humedales costeros y las marismas litorales, hasta el monte bajo mediterráneo o las dunas móviles.

Es refugio habitual de aves migratorias, que emplean la marisma como punto de avituallamiento, para descansar y alimentarse como el ganso, el flamenco o la garza imperial.

El monte mediterráneo, es hábitat natural de fauna amenzada como el lince ibérico y el águila imperial, dos de las especies más singulares de Europa.

Durante su medio siglo de existencia diversas han sido las amenazas que han puesto en riesgo su supervivencia como los pozos ilegales, los proyectos de dragados del Guadalquivir, los gasísticos o las presiones urbanísticas.

A pesar de ello, se han logrado otros éxitos como la recuperación de especies emblemáticas como el lince ibérico, la ampliación de sus límites en 2004 o el reconocimiento de diversas figuras de protección internacional como la de Reserva de la Biosfera o de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.