UE MEDIOAMBIENTE
España, entre los conservadores en negociación sobre deforestación importada
Documentos a los que ha tenido acceso EFE revelan la posición "conservadora" de España en la negociación del Consejo de la UE sobre el reglamento europeo contra la deforestación importada, pues no aboga por ampliar la aplicación de la normativa a más ecosistemas y materias primas, ni por reforzar la protección de los derechos humanos.
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Documentos a los que ha tenido acceso EFE revelan la posición "conservadora" de España en la negociación del Consejo de la UE sobre el reglamento europeo contra la deforestación importada, pues no aboga por ampliar la aplicación de la normativa a más ecosistemas y materias primas, ni por reforzar la protección de los derechos humanos.
Así se desprende de los archivos -que incluyen las aportaciones de España a la propuesta del Consejo, así como el dictamen de negociaciones recientes-, que muestran que este país ha estado entre los más conservadores de los 27 al negociar cómo frenar la deforestación que acarrea la importación de productos en la UE.
Alemania, Luxemburgo, Dinamarca, Bélgica y Holanda se han situado en el frente más ambicioso de las negociaciones, mientras que España, Francia, Italia y Portugal han estado entre los menos progresistas de los 27.
Pese a las demandas de unos 350 científicos españoles, así como del Congreso de los Diputados y de las organizaciones ecologistas, España no ha estado a favor de incluir más materias primas en el reglamento, ni tampoco de que este considere la deforestación o degradación en ecosistemas -además de los bosques- como humedales, sabanas o pastizales.
El PSOE incumple su programa electoral respecto a la lucha contra la emergencia climática y la pérdida de biodiversidad, señala a Efe Tom Kucharz, miembro de Ecologistas en Acción, quien juzga además que en el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) las negociaciones no cuentan con un liderazgo político.
El futuro reglamento, que afectará a la comercialización en la UE de determinados productos -la soja, el aceite de palma, el cacao, el café, la madera, productos cárnicos y algunos derivados-, parte de una propuesta de la Comisión Europea (CE) cuyo texto han negociado hasta ahora los ministerios de medioambiente de los Estados Miembros.
En su siguiente reunión en Luxemburgo, el próximo martes, los países tienen previsto aprobar su posición definitiva respecto al proyecto normativo, la cual pondrán en común con el Parlamento Europeo y la CE en el trílogo, este otoño.
El último borrador acordado por el Consejo esta semana, al que ha tenido acceso Efe, rebaja las exigencias planteadas por la CE respecto al control de los productos importados ligados a la deforestación, pues pasa de un mínimo del 5 % de la documentación presentada en aduana al 1 % para productos de países considerados de "riesgo normal" y del 15 % al 5 % a los de países de "alto riesgo.
Los documentos de las negociaciones muestran asimismo que España, que importa la mayor parte de su soja -empleada sobre todo en la elaboración de piensos- de la sabana de El Cerrado, en Brasil, no ha abogado porque el Reglamento cubra estos ecosistemas.
Es el único país que ha aludido a la dificultad para justificar la legalidad de incluir estos ecosistemas -y de reforzar la protección de los derechos humanos- ante la Organización Mundial del Comercio, según consta en los archivos.
Tampoco ha apostado por que se incluya el maíz y el caucho en el listado de materias primas que deberán estar libres de deforestación para ser introducidas en la UE, algo que para Kucharz es un reflejo del peso de la industria del pienso, que quiere garantizar el suministro de soja y de maíz, pese a las consecuencias ambientales y sociales.
El actual borrador del Consejo de la UE, respaldado por la delegación española, retrasa además la fecha límite para las materias primas producidas en tierras deforestadas o convertidas al 31 de diciembre de 2021, frente a la propuesta original de la CE, del 31 de diciembre de 2020; algo que implica que cuando entre en vigor ya no quedarán casi ecosistemas por destruir, lamenta Kucharz.
Otros puntos que se ven debilitados en el texto del Consejo incluyen, por ejemplo, la definición muy limitada de degradación de los bosques, valora el activista, así como la exigencia de responsabilidades mediante la diligencia debida, que solo se impondrá al primer agente que introduce la materia prima o el producto en la UE, y no al resto de actores de la cadena de suministro.
Efe ha consultado al Miteco el motivo de su posición en las negociaciones, pero sigue a la espera de una respuesta.
 
                 
                         
             
                    



