“El Zapata” supo vender sus faenas al público y al Juez. Ante el que abrió plaza se vio por debajo de su toro. Mató de bajonazo y el Juez Braun le regaló una oreja. En su segundo lo vimos variado de capa. En ambos toros clavó banderillas. Llegó a los tendidos obligándolo a dar vuelta al ruedo tras cubrir el segundo tercio. Con la muleta se encorvaba demasiado al sentirse a gusto y torear con la mano contraria hacía una señal de cuernos, no muy clásica para los entendidos. Se tiró a matar de manera dramática, el toro lo levantó y le dio una voltereta. La gente se contagió y el dadivoso Juez le dio dos orejas más.

Jerónimo ante su primero realizó lo más destacado de la tarde, que fue un par de tandas soberbias que pusieron a volar a los escasos espectadores. Mató de un bajonazo y el Juez le concedió una oreja, sin valorar la deficiente posición del estoque. En su segundo, que se quedó pegado al piso no hubo manera de sacarle pases. Mató de pinchazo, entera tendida, trasera y descabello. Escuchó un aviso.

Antonio Mendoza ante el tercero logró pegar buenos muletazos donde transmitió al tendido, desafortunadamente estuvo fatal con la espada, lo que desmeritó su valor y decisión. Ante el que cerró plaza, el toro no quiso embestir. Sus acostumbrados fallos con la espada, le hicieron recordar que debe mejorar este rubro, si pretende entrar a mejores carteles.

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FICHA DEL FESTEJO 

Ciudad de México (México), domingo 12 de enero de 2020. 12ª Temporada Grande. Escasa entrada.

Toros de Pozohondo, disparejos de presencia y algunos flojos de remos, aunque todos nobles en términos generales. Los mejores, el bueno y noble primero y el encastado y repetitivo quinto.   

El Zapata, oreja y dos orejas.

Jerónimo, oreja y silencio tras aviso.

Antonio Mendoza, silencio y silencio.