Con el comienzo de un otoño con temperaturas de verano, la plaza de Las Ventas vio como sus tendidos se ocupaban casi en un tercio de su aforo. Tercer y último Desafío Ganadero con los toros de Pallarés y Hoyo de la Gitana. “Santacolomas” en su versión Buendía y Graciliano respectivamente y que ganó de calle el primero de ellos. Dos buenos toros fueron primero y tercero. Y un recuerdo desde el Tendido 7: "Fuerza Ureña". La ovación se extendió sobre el coso madrileño.

Sánchez Vara volvía a Las Ventas después de su frustrada tarde en San Isidro por culpa del agua. Hasta la puerta de chiqueros se fue a recibir al primero de Pallarés, al que picó medido y el sitio Adrián Navarrete. El torero alcarreño banderilleó resolutivo y también estuvo muy dispuesto con la nobleza que desarrolló el toro. Lo llevó muy templado a su altura, apretándolo más en dos tandas en redondo ya sobrepasado el ecuador de la faena. Respondió mejor el astado ante la exigencia y se ajustó más el torero. Una estocada casi entera en el rincón tumbó al toro. La ovación que recogió Sánchez Vara contó con algún voto en contra. Mayor unanimidad tuvo la que despidió al de Pallarés.

Se protestó la vareada conformación del segundo de Hoyo de la Gitana. Un toro al que sangraron en demasía en varas y que llegó desfondado al último tercio. Lo pasó de muleta sin mucha brillantez Javier Cortes, que abrevió cuando el santacoloma salmantino se echó tras finalizar una tanda.

El tercero tuvo ímpetu y prontitud a la hora de arrancarse al caballo. Otra cosa fue cuando llegó al peto, empujando con la cara alta y a los pechos del jaco. Pero esa prontitud la mantuvo en la faena de muleta de Thomas Dufau. Una movilidad no exenta de clase, especialmente por el pitón izquierdo. Por ese lado llegó la mejor tanda del trasteo. Después el diestro Galo se amontonó, no dio la distancia que requería el de Pallarés y todo fue a menos. Sin embargo, se tiró con todo tras de la espada. Enterró el acero quedando colgado del pitón por la zona del pecho en unos segundos angustiosos. La emoción del trance elevó el conjunto a una petición dadivosa que acabó en el trofeo que paseó Dufau.

Al cuarto del hierro de Hoyo de la Gitana le faltaron perfiles y eso se reprochó desde los tendidos. El toro quiso saltar al callejón y pareció que después le faltaban las fuerzas que empleó en el intento fallido. Se repuso algo pero su falta de pujanza se fue haciendo cada vez más evidente pese a humillar en la muleta de Sánchez Vara. El quehacer del diestro no pasó de voluntariosa sin más.

El quinto de Pallarés trajo un notable trapío. Un toro al que picó bien Juan Francisco Peña. Javier Cortés le planteó faena en más allá de las rayas del tercio. El cárdeno de la familia Benítez Cubero-Buendía tuvo mejor primer tramo de muletazo que el final. Tendía a quedarse corto. Firme el madrileño intentando tirar de la embestida de su oponente. Por no rectificar terrenos le prendió del muslo izquierdo. Se presintió la cornada aunque afortunadamente todo quedó en un roto en la taleguilla. Pero el fallo a espadas una vez más se llevó cualquier atisbo de premio.

El sexto fue otro toro de Hoyo de la Gitana sin atisbos de casta con el que Thomas Dufau anduvo a la deriva sin recursos técnicos con este tipo de animales. No todo son derechazos y naturales en la viña del Señor. La oreja cortada en el tercero se la dejó en este sexto.

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FICHA DEL FESTEJO 

Madrid, domingo 23 de septiembre de 2018. 3 Desafío Ganadero. Casi un tercio de plaza.

Tres toros de Pallarés (1º, 3º y 5º), bien presentados, encastados y de noble condición primero y tercero. Más complicado el quinto. Tres toros más de Hoyo de la Gitana (2º, 4º y 6º), de discreto trapío y bajos de raza.

Sánchez Vara, saludos con alguna protesta y silencio.

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Javier Cortés, silencio y saludos.

Thomas Dufau, oreja y silencio.