MADRID - 3ª FERIA DE SAN ISIDRO
Perera, muleta poderosa y espada roma ante un superclase de Fuente Ymbro
El extremeño se queda en el umbral del triunfo tras pinchar una notabla faena al cuarto. Vuelta de un centrado Ginés y tarde gris de Ureña.

Madrid, domingo 11 de mayo de 2025. Perera pincha una gran faena a un buen 'fuenteymbro'
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La tercera corrida de la Feria de San Isidro 2025 en Las Ventas dejó una actuación destacada de Miguel Ángel Perera, quien acarició la gloria con una faena vibrante al cuarto toro de Fuente Ymbro. Sin embargo, la espada le jugó una mala pasada, impidiéndole abrir la ansiada puerta grande.
El cuarto toro, de nombre "Amargado", resultó ser un ejemplar de gran calidad, con nobleza, clase y entrega en la embestida. Perera lo recibió de rodillas en los medios, pasándoselo por la espalda en un inicio de faena que encendió los tendidos. A lo largo de la lidia, el diestro extremeño mostró temple y mando, destacando en muletazos profundos por el pitón derecho. No obstante, una ráfaga de viento rompió el ritmo de la faena, y por el pitón izquierdo el toro no ofreció las mismas garantías. Finalmente, tras dos pinchazos y una estocada que hizo guardia, Perera saludó una ovación tras escuchar un aviso.
En su primer turno, el extremeño lidió un sobrero de Chamaco tras lesionarse el titular de Fuente Ymbro. El toro, de seria expresión y comportamiento reservón, exigió al máximo al torero, quien supo extraer muletazos meritorios por el pitón derecho. Sin embargo, la faena no alcanzó cotas altas y fue silenciada tras dos avisos.
Paco Ureña, por su parte, no logró conectar con el público en ninguno de sus dos toros. El segundo de la tarde, de Fuente Ymbro, mostró clase pero el murciano no encontró la fórmula para aprovecharlo, siendo silenciado tras su labor.
En el quinto, otro sobrero de Chamaco, se topó con un toro complicado y temperamental, siendo nuevamente silenciado.
Ginés Marín destacó en el sexto, un toro exigente y complejo de Fuente Ymbro. El extremeño mostró disposición y entrega, limando aristas en la primera parte de la faena y logrando momentos de buen toreo, especialmente al natural. Labor seria del diestro que, aún si ser redonda, mostró capacidad y oficio. Mató además de un perfecto volapié. La vuelta al ruedo corrió por su cuenta, eso sí.
Antes, en su primero, Ginés gustó en un inicio de faena muy torero y plástico, saliéndose más allá de las rayas del tercio reduciendo la embestida del pupilo de Ricardo Gallardo. Ginés logró imprimir compás y cadencia, y en un natural de excelente factura, redondo y ceñido, el toro acusó el esfuerzo y comenzó a apagarse. La obra, que prometía, se desinfló con la pérdida de fuelle del animal. Pese a ello, Marín dejó un buen cierre de faena antes de pinchar y dejar una estocada algo desprendida.