Una solitaria oreja para Sánchez Vara fue el escueto balance de la corrida con la que se cerró este domingo la feria de la Virgen de la Antigua de Guadalajara, una tarde aciaga en lo ganadero y en la que la peor parte se la llevó Román, que acabó dejándose el último toro vivo tras escuchar los tres avisos.

Sánchez Vara anduvo animoso y entregado con el "santacoloma" que abrió la tarde en Las Cruces, mostrándose variado con el percal, con facultades en banderillas y muy dispuesto en el último tercio, fundamentalmente por el derecho, el pitón menos malo del de San Martín. Perdió premio por sus repetidos fallos con la espada.

Sí cortó una oreja, en cambio, del cuarto, con el que Sánchez Vara volvió a poner toda carne en el asador en todos los tercios, además de manejar la espada esta vez a la primera.

Sergio Serrano se estrelló de bruces con un segundo imposible para hacer el toreo, un animal que se paró enseguida y se negó ante cualquier afrenta que le planteó el reciente triunfador de la Feria de Albacete, que fue silenciado.

Y para ahondar en su mala suerte con el lote, el quinto fue el otro toro más deslucido de la corrida, éste por áspero, y por viajar siempre con la cara arriba y pegando tornillazos. Serrano volvió a poner todo de su parte, pero sin poder lograr nada lucido.

El primero de Román fue devuelto a los corrales y sustituido por un sobrero de Carmen Valiente que se dejó mucho lo poco que duró, y al que el valenciano toreó con buen porte a lo largo de una faena que, como el toro, fue diluyéndose hasta acabar en una ovación con saludos tras faltarle mayor contundencia con los aceros.

Peor le fue en el sexto, un toro orientado y con muchísimo peligro, con el que Román optó por abreviar ante la imposibilidad de armar faena, y con el que acabó atascándose con la espada de tal forma que llegaron a tocarle los tres avisos. Triste e inmerecido final.

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FICHA DEL FESTEJO

Guadalajara, domingo 18 de septiembre de 2022. 4ª de Feria. Media plaza.

Cinco toros de San Martín, que sustituyeron a los inicialmente anunciados de Adolfo Martín, rechazados en el reconocimiento veterinario, bien presentados y de juego desigual. Sin raza el primero; imposible y muy deslucido el segundo; medio sirvió el cuarto; sin clase y desabrido el quinto; y muy peligroso el sexto. El tercero fue un sobrero de Carmen Valiente, manejable y a menos.

Sánchez Vara, silencio y oreja.

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Sergio Serrano, silencio y silencio.

Román, ovación y silencio tras tres avisos.